lunes, 26 de noviembre de 2018

DE BARRO SOMOS.



Según creían los antiguos sumerios, el mundo era tierra entre dos ríos y  también entre dos cielos. 

En el cielo de arriba, vivían los dioses que mandaban.  En el cielo de abajo, los dioses que trabajaban. 

Y así fue, hasta que los dioses de abajo se hartaron de vivir trabajando, y estalló la primera huelga de la historia universal. 

Hubo pánico. 

Para no morir de hambre, los dioses de arriba amasaron de barro a las mujeres y a los hombres y los pusieron a trabajar para ellos. 

Las mujeres y los hombres fueron nacidos de las orillas de los ríos Tigris y Éufrates. 

De ese barro fueron hechos, también, los libros que lo cuentan. 

Según dicen esos libros, morir significa regresar al barro. 

Eduardo Galeano. Espejos 

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