viernes, 19 de octubre de 2018

PALACIO DE LOS VIVERO.



El 19 de octubre del año 1469 los muros de este palacio vallisoletano fueron testigos del enlace matrimonial entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que habían acordado reunirse aquí, lejos de los espías del rey Enrique IV. Con este matrimonio la historia de España tomaba un nuevo rumbo.


Este palacio fue mandado edificar hacia el año 1440 por Alonso Pérez de Vivero, un hidalgo de origen gallego enriquecido gracias a su matrimonio y un puesto en la corte de Juan II de Castilla, y en principio era una casa fuerte con torres en sus esquinas. 


El hijo de Alonso, Juan de Vivero, heredó el edificio, y el cargo en la Corte, aunque no tardó en rebelarse contra el rey Enrique IV, el cual contaba con el apoyo de los vecinos de la villa. Esta posición de rebeldía explica el apoyo a Isabel, a la que escondió en su casa. 


Después del traslado de la Real Audiencia y Chancillería, sus Católicas Majestades, le dieron otro uso, transformando los salones palaciegos en salas de audiencia.

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