domingo, 15 de julio de 2018

BÓREAS



Oritía, hija de Erecteo, rey de Atenas, y su esposa Praxítea, estaba un día bailando junto al río Iliso cuando Bóreas, hijo de Astreo y de Eos, y hermano de los Vientos del Sur y del Oeste, la llevó a una roca situada cerca del río Ergines, y allí, envuelto en un manto de nubes negras, la violó.

Bóreas amaba desde hacía mucho tiempo a Oritía y había solicitado repetidamente su mano, pero Erecteo lo rechazaba con vanas promesas, hasta que al fin, quejándose de que había perdido demasiado tiempo en palabras, Bóreas recurrió a su violencia natural. Sin embargo, algunos dicen que Oritía llevaba un cesto en la procesión anual de las Tesmoforias que asciende por la ladera de la Acrópolis hasta el templo de Atenea Folias, cuando Bóreas la tomó bajo sus alas atezadas y se la llevó sin que lo viera la multitud circundante.

La llevó a la ciudad de los cicones tracios, donde la hizo su esposa, y ella le dio dos hijos mellizos, Calais y Zetes, a los que les salieron alas cuando llegaron a la edad viril; también le dio dos hijas, Quíone, quien dio Eumolpo a Posidón, y Cleopatra, quien se casó con el rey Fineo, la víctima de las Harpías.

Bóreas tiene en vez de pies colas de serpiente y habita en una cueva del monte Hemo, en cuyos siete huecos tiene Ares sus caballos; pero se halla también en su elemento junto al río Estrimón.

En una ocasión, disfrazado como un semental de crin negra, cubrió a doce de las tres mil yeguas pertenecientes a Erictonio, hijo de Dárdano, que solían pacer en las praderas húmedas situadas junto al río Escamandro. De esa unión nacieron doce potrancas, que podían correr sobre espigas de trigo maduras sin doblarlas y sobre las crestas de las olas.

Los atenienses consideraban a Bóreas como su cuñado y, habiéndole invocado en una ocasión con buen éxito para que destruyera la flota de Jerjes, le construyeron un hermoso templo en la orilla del Ilisos.
Robert Graves. 
Los Mitos Griegos. 





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