jueves, 5 de enero de 2023

REYES MAGOS: HISTORIAS, TRADICIONES Y LEYENDAS.



Todos los años (sin faltar ninguno), en la madrugada que va del cinco al seis de Enero, los tres Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, reparten juguetes e ilusiones a niños y mayores. Esta divertida tradición rememora cada comienzo de año, el viaje, la adoración y la entrega de presentes, que hace dos milenios, unos magos venidos de oriente hicieron al niño Jesús en el Portal de Belén. A pesar de la competencia de Papa Noel, el día de reyes es una fiesta celebrada por creyentes y ateos, que hace mucho tiempo, se incorporó a nuestro acervo cultural.

La historia evangélica se entremezcla con leyendas variopintas, tradiciones diversas y enigmas imposibles, aunque en los Evangelios ni se dice que eran tres, ni que eran reyes, ni cuales eran sus nombres, ni siquiera que fuesen varones. Los nombres aparecen en el siglo VI y al final de la Edad Media surge la identificación con las tres edades y las tres razas. La historia de la adoración la cuenta Mateo.


“Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?. Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”.
Mateo 2, 1.

“Ellos, después de oír al rey (Herodes), se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iban delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Mateo 2, 7.

A partir de los tres regalos alguien muy avispado dedujo que debían ser tres personas, por otro lado, un número cargado de simbolismo. No obstante el número ha ido variando según el lugar y el momento, entre 2 y 60, por ejemplo para la iglesia armenia son doce (otro número simbólico). En el siglo V el papa León I el Magno en sus sermones sobre la Epifanía confirmó que los magos que adoraron al niño Jesús eran tres.

El término Oriente es, geográficamente, muy vago, así que decir que los Reyes Magos vienen de Oriente es casi como no decir En el evangelio apócrifo de Pseudo Tomás se cuenta que llegaron a Belén con tres legiones de soldados de Persia, Babilonia y Asia. Muchos estudiosos consideran la Arabia Felix, su origen geográfico.




Hace unos pocos años el papa Benedicto XVI (el incomprendido Ratzinger) armó un buen revuelo al sugerir que la patria de los Magos de Oriente podía haber sido la mítica Tartessos. De golpe y porrazo, los Reyes Magos dejaban de ser árabes para convertirse en Andaluces.

En ningún lugar del evangelio se habla de reyes, pero el tiempo, terminó transformando a estos eruditos en monarcas. Las religiones del libro nunca han tenido en buena consideración ni a magos, ni a eruditos, por tanto, para la doctrina cristiana mejor hablar de reyes que de magos. Por otro lado, y volviendo a los presentes, comenzó a pensarse que debían ser reyes, o en todo caso gente con poder, porque de otra manera no hubiesen podido haber costeado tan valiosos presentes.




La adoración de estos magos de oriente da cumplimiento a los profecías sobre el homenaje de las naciones al Dios de Israel. Tertuliano llegó a la conclusión que eran reyes a partir del salmo 72: “Qué los reyes de Saba y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”.


Los nombres se popularizaron en el siglo IX gracias al “Liber pontificalis”, aunque en la iglesia de San Apolinar Nuevo en Rávena existe un mosaico del siglo VI donde aparecen los tres magos perfectamente identificados con sus respectivos nombres. En el Evangelio Armenio de la infancia, que aparece en el siglo IV, se dice que Melchor reinaba sobre los persas, Baltasar sobre los indios y Gaspar sobre los árabes.

También se ha especulado sobre el significado de estos nombres, y según parece Melchor significaba “rey de la luz”, Gaspar “el que custodia el dinero” y Baltasar “el que salva la vida al rey”.


Para los padres de la iglesia los presentes simbolizan la Realeza (oro), la Divinidad (incienso) y la Pasión (mirra), pero también al Padre (Oro), al Hijos (Mirra) y al Espíritu Santo (Incienso). El oro, siempre relacionado con la realeza, alude a Cristo Rey, el incienso, usado en ceremonias religiosas, hace referencia a la divinidad y la mirra, un ungüento usado como analgésico y también para embalsamar, remite a la condición humana del hijo de Dios.


Una estrella de larga cola guio a los Magos de Oriente hasta Belén. Varios siglos más tarde, en el año 1301 el famoso cometa Halley visitó La Tierra, como suele hacer cada 76 años aproximadamente. Un pintor italiano fue testigo del acontecimiento. El artista en cuestión, conocido como Giotto, y considerado el primer pintor moderno, decidió fusionar ambos astros en una de sus obras. Los tres Reyes Magos se arrodillan a los pies de la Sagrada Familia, sobre el portal un precioso cielo azul, atravesado por el Cometa Halley, metamorfoseado para la ocasión en la Estrella de Belén.

A partir del siglo XV Europa, y el Cristianismo, comienzan a expandirse por el mundo, y es en este momento cuando Baltazar comienza a oscurecer su piel, al tiempo que comienza la identificación de los tres reyes con las tres razas y los tres continentes (Europa, Asia y África).


Una tradición oral recoge un fatídico final para los Reyes Magos. Años después de la adoración fueron bautizados por Santo Tomás y se dedicaron a predicar los evangelios en la India. Para desgracia suya fueron martirizados, como tantos otros cristianos. Después del martirio sus cuerpos fueron introducidos en un sarcófago. Santa Elena se llevó los restos a Constantinopla (la ciudad de su hijo). Más tarde llegaron a Milán y cuando el emperador Federico Barbarroja asedió y conquistó la ciudad, recogió el sarcófago y se lo ofreció al arzobispo de Colonia. Hoy día aún son visibles en el altar mayor de la Catedral más espectacular de toda Alemania.


Cuando éramos pequeños decíamos que los Reyes Magos en realidad eran cuatro, Melchor, Gaspar, Ba-saltar y S-ecayó. Pero si buceamos en la tradición literaria romántica encontramos a otro cuarto rey mago, Artabán, protagonista del cuento “El otro rey mago” escrito por Henry van Dike.



Astrólogos, sabios, magos o Reyes, tanto da, esta noche – la más mágica del año – todos nos iremos a dormir con una sonrisa en los labios y unas ganas enormes de la llegada del despertar..... 

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