martes, 30 de enero de 2018

ALARICO ENTRA EN ROMA.



El 24 de agosto del año 410 los visigodos, con Alarico al frente, entran en Roma. Habían pasado siete siglos desde la última vez que un pueblo extranjero (los galos de Breno) conquistaron Roma. El saqueo visigodo duró tres días, aunque según las fuentes no fue especialmente violento, eso sí, Alarico se llevó como botín a Gala Placidia, hermanastra del emperador. La entrada de Alarico en Roma causó una gran conmoción en la sociedad de la época y está considerado un hito esencial en la caída del Imperio Romano de Occidente. Para los cristianos la llegada de Alarico fue un auténtico castigo divino.

“Finalmente, tras acumularse tantas blasfemias sin que hubiera ningún arrepentimiento, cae sobre Roma el clamoroso castigo que ya pendía sobre ella desde hacía tiempo. Se presenta Alarico, asedia, aterroriza e invade a la temblorosa Roma, aunque había dado de antemano la orden, en primer lugar de que dejasen sin hacer daño y sin molestar a todos aquellos que se hubiesen refugiado en lugares sagrados y sobre todo en las basílicas de los santos apóstoles Pedro y Pablo, y, en segundo lugar, de que, en la medida que pudiesen, se abstuvieran de derramar sangre, entregándose sólo al botín”.

Historias. 
Paulo Orosio. VII. 39.

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