Los poderosos jugando siempre a
favor de los poderosos. León III fue un Papa poco popular (mala
prensa vaticana) y cuando accedió al solio pontificio fue acusado de
adulterio y perjurio. Ni siquiera se molestó en defenderse, ni en
desmentir a nadie.
En el 799 fue víctima de una
emboscada y fue dado por muerto; abandonado con la lengua cortada y
ciego. San Pedro – piedra angular de la sede romana – se le
apareció en sueños y le devolvió “vista” y “habla”.
A cambio de la ayuda de
Carlomagno para acabar con la anarquía que reinada en Roma, León III lo coronó en Roma restaurador del Imperio Romano. Favor por favor,
el método preferido de la mafia.
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