LA CLIENTELA ECLESIÁSTICA Y LA POSICIÓN SOCIAL DEL ARTISTA EN EL ROMÁNICO

Hasta finales del siglo XIII la obra de arte nace por iniciativa e influencia de un grupo social muy reducido, constituido fundamentalmente por la jerarquía eclesiástica que, por su formación homogénea y su unidad de creencias. imponía un concepto único: el litúrgico [...] Los artistas son trabajadores manuales, de extracción social modesta, anónimos o, como mucho, conocidos por el nombre de pila, que permanecen en un segundo plano con respecto al cliente; estaban organizados en cofradías de oficios cerrados y dominados por una minoría que procuraba el mantenimiento de la norma y desconfiaba de la iniciativa particular. 

J.A. García de Cortázar y J.A. Sesma Muñoz:

Historia de la Edad Media. Una síntesis interpretativa.