martes, 6 de diciembre de 2016

SAN HALLVARD



Hallvard, nacido en Noruega y descendiente de vikingos, era un hombre de buen corazón, que un día intentó socorrer a una desdichada fugitiva, que él creyó inocente. Por esta desinteresada acción fue asesinado por las caterva de garrulos que perseguía a la mujer acusándola de robo. El cadáver de Hallvard fue atado a una rueda de molino y arrojado sin remordimiento al fondo de un fiordo. Milagrosamente salieron a flote cuerpo y piedra, y de esta manera Hallvard, que ya era mártir, fue convertido en santo. Y con el tiempo también en patrón de Oslo. En la catedral de Nidaros se le representa con sus dos atributos, la rueda de molino y las flechas.

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