A orillas del río Turia
que lo separa del centro de la Ciudad Vieja, asoman entre la
vegetación de los Jardines del Real, las ruinas del antiguo palacio
real. Entre los siglos XI y XIX fue centro neurálgico de la Taifa de
Valencia, sede del Reino de Valencia creado por Jaime I, corte del
virrey, residencia para los monarcas de la Corona de Aragón, y
residencia (más o menos esporádica) para austrias y borbones. En su
momento de mayor esplendor fue conocido como “Palacio de las 300
llaves”, una referencia al gran número de habitaciones con que
contaba.
Además de los preciosos
jardines que rodeaban el palacio, existió desde el siglo XV un
pequeño zoológico donde se podían ver osos, leones, ciervos, pavos
reales......
Caminamos sobre los
restos de la historia.
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