Dermot McMurrough es
considerado en Irlanda el mayor traidor de su historia. Después de
ser expulsado del trono irlandés por Rory O'Connor, Dermot buscó
refugio en Normandía y convenció a Enrique II de que lo ayudase a
recuperar la corona. Rápidamente los normandos restauraron a Dermot
en sus dominios originales, pero en 1171 Enrique II se personó en la
isla para hacer valer sus derechos y proclamarse señor de Irlanda.
Aunque su intención era egoísta, convertirse en Rey Supremo de
Irlanda la acción de Dermot McMurrough, terminó abriendo la isla al dominio de los extranjeros.
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