viernes, 18 de marzo de 2016

EL MILAGRO DE OURIQUE.



Corría el año 1139 y el conde Alfonso Henríques dirigía una incursión en tierras peligrosas, cayendo con unos cuantos hombres en un emboscada almohade. El valiente Alfonso y pocos miembros de su escolta se vieron completamente superados por un incontable número de sarracenos. La suerte parecía echada.

Pero sobrevino el milagro, y Alfonso Henriques pudo escapar, salvar su vida y proclamarse, poco después, primer rey de Portugal. Los creyentes dirán varias centurias más tardes que fue la intervención divina la que salvó al conde y propició la independencia de Portugal. Otro tipo de creyentes aseguran que la mano de un caballero templario, Gualdim Pais, libró a Alfonso de una segura y prematura muerte.


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