miércoles, 23 de marzo de 2016

CASTILLO DE COTEGANA.



Desde una de las cumbres de la sugerente Sierra de Aracena, un pequeño, pero bien conservado castillo, domina el entorno, y proyecta su visión en varias millas a la redonda: un ondulado manto verde de profuso bosque mediterráneo.


Carecemos de datos fidedignos que permitan establecer con exactitud su origen, los investigadores del tema (personas más doctas que el que escribe) piensan que su fundación aconteció en época andalusí. Tradicionalmente se vincula el origen de la fortaleza a Sancho IV de Castilla, que en 1293 autorizó al Concejo de Sevilla a construir una serie de castillos para defender su frontera occidental con el Reino de Portugal. No obstante, en el documento real solo se menciona Cumbres Mayores y Santa Olalla, y no se nombre Cotegana. La hipótesis que plantea la Asociación de Amigos del Castillo es que la fortaleza en cuestión ya existía con anterioridad al Permiso Real.


Otra tradición, basada en una ensoñanción (hasta cierto punto enfermiza) de vincular al Temple con cualquier fortificación, atribuye a un tal Pedro Domingo, caballero templario originario de Salamanca, la construcción de un fortín o atalaya defensiva en la localidad serrana onubense. Emilio Carrillo en su libro “La Orden del Temple, un nuevo descubrimiento” (2009), defiende esta hipótesis de una génesis templaria para la fortaleza de Cotegana. Como único testimonio documental que sirva para avalar esta teoría, es la existencia de una leyenda oral, recogida por varios autores del siglo XVII, según la cual, la mítica fundacion fue obra de un caballero llamado Pedro Domingo, que llegó a estas tierras tras caer en desgracia en la corte del rey. ¿Qué rey, me pregunto yo?.


Las reformas más importantes se realizaron durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando el antiguo alcázar fue completamente remozado. La torre del homenaje se levantó entre 1478 y 1482, y más tarde, entre 1512 y 1516 se reforzaron las murallas. A esta reforma corresponde el sector residencial protegido por cuatro torres. El aspecto actual es fruto de una profunda remodelación iniciada en 1975 gracias a la acción de la Asociación de Amigos del Castillo.


Ondulado horizonte.


El primer sector del castillo es la cerca, un muro de mampostería que se adapta a las curvas del nivel del terreno, reforzada cada varios metros por diversas torres. En el centro de la cerca se enclava el alcázar, edificio de planta que tiende a ser rectangular, cuyos vértices están ocupados por macizas torres.El patio de armas, situado en el sector suroeste del alcázar, es el espacio abierto más amplio del edificio. El adarve comunica las diferentes dependencias del castillo. En el subsuelo del patio de armas se abre el aljibe con capacidad para 40.000 litros de agua, suficiente para suministrar al castillo. El sector este del alcázar lo ocupa la zona residencial, demasiado ambicioso denominarlo palacio. Organizado en dos plantas; la inferior para las caballerizas y cuarteles de tropas, y la superior, para residencia del alcaide.



Los castillos son edificios representativos de una época de atomización política y socioeconómica, de un sálvese quien pueda, donde cada día podía ser el último.  


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