Las carreteras rumanas
(buenas, regulares, malas y horribles) y los caminos de la historia
(ásperos, fascinantes e improbables) me han traído hasta aquí,
conduciendo por las alegres tierras que formaron antaño el
principado de Valaquia. Ramnicu Valcea (también puede escribirse
Rimnicu Valcea) relacionada históricamente con los ambiciosos
príncipes de Valaquia es una ciudad moderna con grandes avenidas
bien asfaltadas.
La región que ocupa
Râmnicu Vâlcea, en las estribaciones de los Cárpatos meridionales,
estuvo habitada en la Antigüedad por los dacios, un pueblo que
presta su nombre a la marca de automóviles rumana de mayor
proyección internacional, Dacia, amen de dar trabajo a miles de
operarios. Los mismos dacios que fueron derrotados y sometidos por el
Imperio Romano. Precisamente por aquí pasaba la ruta que las
legiones de Trajano siguieron para alcanzar las fortalezas dacias de
Hunedoara. Se ha especulado que cerca de aquí emplazó Trajano su
cuartel general durante la definitiva guerra contra Decébalo. Del
rey dacio no hay ni rastro. Del emperador hispano encontramos un
busto.
Para llegar a Râmnicu
Vâlcea seguimos el curso del río Olt, en cuya orilla derecha se
emplaza la población. Su origen como ciudad está vinculado a la
figura de Mircea el Viejo, pues la primera mención es una carta del
voivoda que la describe como “la ciudad principesca de Ramnic”,
en septiembre de 1388. Poco después, en 1392, el propio Mircea firma
el documento que acredita la existencia del condado de Valcea.
En tiempos se hallaba en
el centro de la ciudad un palacio o corte, similar a las de Curtea de
Arges, Tirgoviste o Bucarest (fundada por Vlad III), donde residian
temporalmente los soberanos, y es que en el Medievo la capital
itinerante se desplazaba junto al voivoda. Cerca de la estatua de
Mircea el Viejo se encuentran las escasas y casi invisibles ruinas
del edificio en cuestión.
Entre los príncipes que
moraron en la corte de Râmnicu encontramos a Radu Paisie , Patrascu cel Bun, que disfrutaba aquí de un lugar de descanso, silencioso y
donde poder respirar aire fresco, o el desafortunado Radu de Afumati,
que víctima de un complot, fue asesinado junto a su hijo en la
fortaleza de Cetatuia enclavada en una cercana colina.
Con los célebres Matei
Basarab y Constantin Brancoveanu, Râmnicu se convirtió en un centro
cultural de primer orden dentro el pais rumano. A principios del
siglo XXI, en los albores del tercer milenio, Râmnicu Valcea,
prácticamente desconocida a nivel mundial, se ha convertido en un
nido de piratas informáticos especializados en timar a ciudadanos
americanos.
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