martes, 9 de febrero de 2016

HARALD DIENTE AZUL



La Catedral de Roskilde, capital del reino de Dinamarca antes de la elección como tal de Copenhague, es un panteón donde están enterrados un importante número de reyes y reinas danesas. Y aunque murió mucho antes de la erección del templo diocesano, una tradición quiere que los restos de uno de los más emblemáticos reyes vikingos Harald Blatand (Harald Diente Azul), está enterrados aquí. Como no se conoce el lugar donde se depositaron sus huesos, y no se tiene la certeza de que se encuentren en algún lugar del edificio, en una de las paredes del altar, existe una pintura mural que representa a este rey.


Harald, hijo de Gorm y Thyre, saltó al primer plano de la política danesa a mediados del siglo X, una época en que Dinamarca estaba dividida en pequeños reinos, mayormente enfrentados entre sí. Harald, conocido con el pintoresco nombre de Diente Azul, consiguió unificar el país, se bautizó en Jelling convirtiéndose al cristianismo, atacó Noruega, y fue derrotado. Con perseverancia volvió al país de los fiordos, mató a su monarca Hakon y se convirtió en rey de Noruega y Dinamarca. Se tuvo que enfrentar también a los ejércitos del emperador Otón II y finalmente fue destronado por su hijo Svend Barbapartida.



El apodo Diente Azul ha sido aplicado a la tecnología desarrollada en Dinamarca “Bluetooh”. Este carismático y recordado rey terminó muriento en el exilio.  

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