En
la región de Svealand, se extiende el lago Mälar – o Mälaren –
el tercero de mayor extensión de toda Suecia. Sus aguas vierten al
mar Báltico y en una pequeña isla que se aloja en su interior, se
yerguen las ruinas de Birka, un destacado centro comercial vikingo de
los siglos VIII y IX. Un enclave donde la naturaleza y la historia
del hombre se entrelazan, pues a orillas del lago duermen los vecinos
de Sigtuna, la ciudad más antigua de Suecia.
lunes, 29 de febrero de 2016
IBN MARWAN.
Ibn
Marwan, un caudillo musulmán de oscuros orígenes, tal vez natural de
alguna comarca de la mitad septentrional de la Península Ibérica,
apoyado por bereberes y muladíes, merodeadores como Al Surunbaki,
y del rey asturiano Alfonso III, se enfrentó en varias ocasiones al
emir de Córdoba (con distinta fortuna), hasta que en el año 875 se
asienta en Badajoz y crea una entidad política prácticamente
independiente del poder omeya. Más tarde amplió su dominio a las
regiones adyacentes del Algarve y Niebla, hasta que harto de tanto ir
y venir, se retiró a la capital pacense, para embellecerla y
disfrutar de una plácida vejez.
domingo, 28 de febrero de 2016
SIGTUNA, LA CIUDAD MÁS ANTIGUA DE SUECIA.
En
un altozano a orillas de un lago de plácidas aguas, lago Mälar, se
erige Sigtuna, la más antigua ciudad del Reino de Suecia, y uno de
los pueblos más bellos de toda Escandinavia.
Las
runas grabadas en monolitos, dispersos por toda la población, son
testigos mudos de sus larga historia.
En
el año 970, tras el abandono de Birka, se fundó la ciudad de
Sigtuna, de la mano de Eric el Victorioso, y de aquellos momentos
queda el trazado medieval de sus calles. Aquí fueron acuñadas las
primeras monedas de Suecia. En sus primeros tiempos de existencia, la
población se convirtió en sede de la corona y en un activo centro
comercial. En el siglo XII fue destruida por los guerreros de
Novgorod, y a pesar de ser reconstruida, nunca recuperó su
esplendor, y quedó eclipsada por otros núcleos como Kalmar, Upsala
o Estocolmo.
La
Stora Gatan, calle principal, tiene su origen en la Edad Media y a
ella abrían sus puertas comercios y talleres de artesanos. Desde
esta arteria se ramifican una serie de callejuelas. Unas suben hasta
Klockbacken, mientras otras descienden suavemente hacia el lago.
Su
ayuntamiento, coqueto y pequeño como una caja de cerillas fue
construido en 1700.
En
los alrededores del núcleo histórico nos encontramos con las ruinas
de varías iglesias, como S. Olaf, S. Lars y S. Per, fundadas entre
1100 y 1200. Todos estos templos se mantuvieron activos hasta la
Reforma protestante.
Estas
runas, situadas cerca de la iglesia de Santa María, se refieren a
hermanos de un gremio procedente de Frisia, mercaderes que se
asentaron aquí en Sigtuna.
Tranquila,
apacible, agradable y hermosa, muy hermosa. Ni las palabras, ni las
fotos, hacen justicia a la belleza fantástica de Sigtuna, un pueblo
de cuento. De esos cuentos que leíamos cuando éramos niños. Casas
de una planta con cubiertas a dos aguas de vivos colores, a orillas
de un animado lago con patos y gaviotas, rodeado de oscuros bosques.
Un
círculo de piedras que conecta el siglo XXI con el pasado de Sigtuna
y el acervo legendario de Escandinavia.
FORTALEZA DE PETROVARADIN.
La fortaleza de
Petrovaradin – San Pedro -, situada sobre un meandro del Danubio,
domina el río y vigila de cerca la ciudad de Novi Sad, una de las
más animadas de Serbia. Por su situación es conocida como “la
Gibraltar del Danubio”. En el siglo XVII era el bastión más
destacado que defendía al Imperio Austrohúngaro en los Balcanes con
emplazamiento para unos cuatrocientos cañones. Aquí fundaron los
romanos la ciudad de Cusum, tras arrebatar el territorio a los
escordiscos y construyeron un fuerte. Los bizantinos la llamaron
Petrikon, que terminó derivando en San Pedro. Para los húngaros era
Pétervarad y Varadin para los otomanos.
sábado, 27 de febrero de 2016
LAGO GARDA
La lluvia estival cae
suavemente sobre la tersa superficie del agua. Bajo sus aguas todo es
placidez. El Lago Garda es el más grande y oriental de los lagos
italianos y limita con tres regiones: Tentrino al Norte, la Lombardía
hacia Poniente y el sugerente Véneto a Oriente. El norte de este
lago de origen glacial (formado durante la última glaciación),
lleno de extensos pinares y de los impresionantes riscos alpinos,
contrasta con el sur que penetra en la llanura Padana.
viernes, 26 de febrero de 2016
ESTELA DE MONTE BLANCO.
Expuesta en el museo
etnográfico de Olivenza, se trata de una pieza datada en el siglo
VIII a.C. y se le atribuye un carácter funerario.
Es un bloque de piedra
caliza que llevaba grabada una figura humana con espada al cinto, una
lanza en la parte superior, un escudo en el lateral y un casco en la
esquina inferior.
Quizás estemos ante una
especie de homenaje a un jefe guerrero que aparece representado con
todos los atributos de su prestigio militar en el seno de una
sociedad que tiende a la complejidad.
jueves, 25 de febrero de 2016
DIOSA HATHOR.
Esta
figura femenina de bellas facciones, que procede del templo mortuorio
del faraón Amenhotep III en Tebas, luce una peluca dividida en tres
partes, elemento que indica que estamos ante una diosa. Los
arqueólogos piensan que se trata de Hathor y la figura formaba parte
de un conjunto, situada a la izquierda de Amenhotep III, con el dos
Osiris a la derecha.
miércoles, 24 de febrero de 2016
NEZAHUALCÓYOTL.
Nezahualcóyotl
fue gobernante de la ciudad estado de Texcoco, aliado de los aztecas,
que le ayudaron a subir al trono después del asesinato de su padre.
Reinó durante más de cuarenta años, a lo largo del siglo XIV, y
fue una época de esplendor cultural en el Valle de México, con la
construcción de palacios, templos y escuelas. Se cuenta que además
de mecenas, el propio Nezahualcóyotl fue un esmerado poeta y movido
por el profundo amor a la naturaleza, se empeñó personalmente en la
conservación de los bosques de Chapultepec.
IGLESIA DE SAN MARTÍN EN TRUJILLO.
Dos
torres rematan una iglesia con aspecto de fortaleza, que vigila de
cerca a Francisco Pizarro y está enclavada en una de las esquinas de
la célebre Plaza Mayor de Trujillo.
Este
magnífico edificio fue iniciado en el siglo XIV, y tuvo que esperar
hasta el siglo XVI para ver completada su construcción. El emperador
Carlos V paró a rezar aquí cuando se dirigía a Sevilla para
contraer matrimonio con Isabel de Portugal.
MIRMIDONES
Valientes y laboriosos
como las hormigas, el nombre de este linaje hace referencia a tan
disciplinada criatura. Para el rapsoda Homero, eran la estirpe del
reu Mirmidón, descendiente de Zeus y de Eurimedusa. Cuenta la
leyenda que el señor supremo del Olimpo se metamorfoseó en hormiga
para copular con la princesa Eurimedusa. Según la pluma de Ovidio,
los mitos beben de muchas fuentes, Zeus transformó en hombres a las
hormigas que vivían en el interior del tronco hueco de un árbol,
para repoblar la isla de Egina, después de que una terrible epidemia
de peste diezmara la población. Si hacemos caso al geógrafo
Estrabón, los mirmidones imitaban a las hormigas, formando largas
filas para limpiar de rocas sus pedregosas tierras y proceder a
cultivarlas. Incluso hay quien pretende que los mirmidores se llaman
así porque moraban bajo tierra, y excavaban túneles y galerias para
almacenar el grano. A pesar de su fama de hombres belicosos, el
origen de los mirmidones no es el de un pueblo sanguinario, sino por
el contrario, de gentes tenaces, trabajadoras y obstinadas como las
hormigas. Para nuestra memoria colectiva, una raza valiente y
arrojada en el combate, uno de cuyos reyes fue Peleo, el padre de
Aquiles. Y junto al héroe de los pies ligeros, los mirmidores
acudieron a Troya en busca de fama. Aquellas hazañas no se han
olvidado, tres milenios después aún siguen siendo narradas.....
MONASTERIO REAL DE BROU.
Maravilla del gótico, blanco, inmaculado. En 1504 Margarita de Austria, nuera viuda de los Reyes Católicos, con 24 añitos perdía a su segundo marido Filberto de Saboya, y decidió honrar su memoria, construyendo este monasterio a la gloria del amor.
El primer claustro, rodeado por una
sencilla galería ojival, antecede a la iglesia.
El templo está emplazado en Bourg en
Bress, instalado sobre una necrópolis galo-romana, y más tarde
burgundios. Concebido como un acto de amor póstumo, Margarita de
Austria, la hija de Maximiliano I y María de Borgoña, emprendió la
construcción del monasterio a la muerte de su segundo esposo,
Filberto de Saboya. El monasterio presenta una composión única en
Francia, a partir de tres claustros superpuestos.
Maestros y artesanos de una decena de
oficios eran necesarios para levantar un edificio de estas
características.
"Madera para los andamios, cimbras, artesas y ruedas, cáñamo para las cuerdas, piedra para los sillares y las esculturas, cal y agua para el mortero, hierro para las herramientas de trabajo, y plomo, arena y óxidos metálicos para el vidrio fueron los materiales utilizados por los constructores de catedrales. Todos ellos se encuentran con cierta abundancia en la naturaleza, pero todos han de ser manipulados y elaborados para poder utilizarse en la construcción. Los maestros góticos fueron capaces de hacer de esos materiales tan simples y humildes los elementos constitutivos de una de las obras de arte más impactantes de la historia de la humanidad".
"Madera para los andamios, cimbras, artesas y ruedas, cáñamo para las cuerdas, piedra para los sillares y las esculturas, cal y agua para el mortero, hierro para las herramientas de trabajo, y plomo, arena y óxidos metálicos para el vidrio fueron los materiales utilizados por los constructores de catedrales. Todos ellos se encuentran con cierta abundancia en la naturaleza, pero todos han de ser manipulados y elaborados para poder utilizarse en la construcción. Los maestros góticos fueron capaces de hacer de esos materiales tan simples y humildes los elementos constitutivos de una de las obras de arte más impactantes de la historia de la humanidad".
José Luis Corral,
El enigma de las Catedrales
Como regente de los Países Bajos,
Margarita siguió con interés, desde su corte de Malinas, las obras
del monasterio.
El complejo monástico estaba
destinado a albergar tres tumbas, la de Filberto, la de su madre y la
de Margarita. La flamante infanta de Borgoña murió antes de ver
culminada su obra. Los sepulcros se labraron con exquisitez de
detalles en el valioso mármol de Carrara.
Los monjes deambulaban alrededor del
gran claustro.
El ambón, cierre que separa el coro
de la nave, revestido por una cubierta vegetal pétrea, anuncia el
esplendor de la capilla funeraria.
La tumba de Filberto de Saboya ocupa
el espacio central de la iglesia.
Detalles de la tumba de Filberto.
La iglesia, considerada obra maestra
del gótico flamígero flamenco (a mí personalmente me recuerda al
manuelino portugués) fue levantada por Loys van Boghem, maestro de
obras bruselense, elegido para este cometido personalmente por
Margarita.
Las tumbas, esculpidas en un taller de
Brabante, perpetúan tras la muerte, el poder que ostentaron en vida
los miembros de los grandes linajes. El Monasterio Real de Brou sigue
la tradición iniciada por los Plantagenet en Fontevraud, continuada
por los monarcas franceses en Saint Denis y culminada por los Duques
de Borgoña en Dijon. Y más cercano a la propia Margarita, el
espectacular cenotafio de su padre en Innsbruck.
Las coloridas vidrieras fueron
realizadas a partir de cartones, elaborados en Bruselas y representan
a los jóvenes esposos.
Filberto de Saboya “el Hermoso” es
presentado por San Filberto de Tournus. Debajo los blasones de la
Casa de Saboya y de la Dinastía de Borbón.
Sepulcro de Margarita de Borbón, la
madre de Filberto. Las estatuas pleurants (sollozantes) evocan a los
cercanos sepulcros de los duques de Borgoña en Dijon.
Monumento funerario de Margarita de
Austria, con un espectacular baldaquino de piedra lleno de
estatuillas, imita el cortejo y los fastuosos funerales principescos.
Las tumbas presentan dos figuras de los finados, la inferior representa a las persona – la mujer – y la superior a la realeza – la duquesa.
El blanco del mármol y la luz se
derraman a través de las vidrieras exhibe la faz más pura (y
auténtica) del estilo arquitectónico de la ciudad y la burguesía;
el gótico. Por otro lado, el más sublime y sugerente de todos los
estilos arquitectónicos existentes.
La capilla se revela como el espacio
definitivo, la blanca piedra simboliza la nobleza del difunto, bañada
por la luz divina y redentora del Sumo Creador.