sábado, 25 de julio de 2015

SIGNORÍA DI DOLCEACQUA.



Conduciendo por la Liguria italiana descubrí hace varios años uno de los pueblos más bonitos que he tenido la suerte de conocer, Dolceaqua. Durante un tiempo, esta localidad, famosa por la producción del "vino rossesse" fue la capital del Señorío de Dolceaqua (posteriormente Marquesado), una entidad política independiente gobernada por una rama de la poderosa familia genovesa de los Doria.


El Castillo Doria del siglo XV, desde la altura vigila y protege Dolceaqua, un enclave situado en una excelente posición estratégica entre el Ducado de Saboya y la república marinera de Génova, y muy cerca de la frontera con el Reino de Francia.


En 1276 Oberto Doria compró Dolceaqua al Conde de Ventimiglia, comenzando una duradera relación, de la entonces aldea, con la poderosa familia, y dando origen al Señorío de Dolceaqua.


Durante el periodo de la Señoría (1276 - 1651) surgen diversos líderes, entre los que destacan "I detto Il Tirano" (1348 - 1387) responsable de enemistades con ciudades vecinas, del arbitraje en los impuestos y aduanas, y de la abolición del ejercicio del "derecho de pernada" en 1364 después de una insurrección popular. Los enfrentamientos con la vecina Ventimiglia fueron más habituales de los conveniente.


Otro de los dirigentes del señorío que ocupa un lugar destacado fue Enrichetto I (1421 - 1459) que actualizó los estatutos de la "signoría" y reforzó el castillo para hacerlo más invulnerable ante asedios y destrucciones.


En 1652 la señoría se convirtió en el Marquesado de Dolceacqua y en época de Napoleón desapareció como entidad independiente.


El castillo, símbolo omnipresente de la ciudad fue construido por los Condes de Ventimiglia y posteriormente reforzado y ampliado por los Doria. Durante el Renacimiento fue una casa señorial fortificada y en el siglo XIX un terremoto lo dejó prácticamente en ruinas.



El precioso puente románico, que dibuja un escorzo que parece imposible fue construido en el siglo XV para conectar las dos zonas de Dolceaqua.


No es de los más conocidos, pero Dolceacqua es uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de Italia.


Pasaggios se ocultan al Sol, auténtico laberinto para escapar del día, el castillo Doria se alza majestuoso y los callejones se desparraman desde sus pies y bajan vermiforme hasta alcanzar el río. Una de las más bellas localidades no sólo de Liguria, sino de toda Italia. La localidad presume de ser la "madre" del gran almirante Andrea Doria, pero lo más bonito de Dolceaqua es su puente, que lanza un escorzo para atravesar en volandas el rio e iniciar la ascensión hacia el Castillo Doria. Un pequeño pueblo para escapar y esconderse de la soporífera realidad cotidiana.



. . . un castillo en ruinas
desde donde serpentea
un auténtico dédalo de callejuelas
que van a morir
a la orilla de un pequeño río . .   

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