martes, 14 de abril de 2015

DIONISIO I DE PORTUGAL, EL REY LABRADOR.



Inteligente, diplomático, labrador, trovador y promiscuo rey portugués (1279 - 1325) hijo de Alfonso III y Beatriz de Castilla. Nunca destacó por sus dotes militares, tampoco fue necesario. Portugal había concluido su reconquista y el único problema fronterizo, en este caso con Castilla, lo resolvió por la vía diplomática. En 1297 firmó con el rey Fernando IV el Tratado de Alcañices, fijando los límites entre los dos estados, configurando una de las fronteras más antiguas de Europa.

En sus diplomas se titulaba como "Dom Denis, pella graça de Deus, Rei de Portugal e do Algarve" y ha pasado a la historia como "rey labrador". Favoreció la agricultura, fuente primordial de la subsistencia del pueblo y garantía final de los privilegios nobiliares, y bajo su mandato se roturaron bosques y zonas desérticas y se desecaron pantanos, creándose amplias zonas de cultivo.


Promiscuo hasta la extenuación, como buen hedonista, coleccionó amantes y bastardos por igual, y su esposa, Isabel de Portugal (que recibió el nombre por su tía abuela Santa Isabel de Hungría), hija de Pedro III de Aragón. consintió con resignación cristiana las infidelidades de su marido, hasta el pundo de hacerse cargo de los hijos ilegítimos del rey.

Dionisio fue además mecenas de la cultura y protector de las letras, por las que sentía especial devoción, convirtiéndose en destacado trovador, del que se conservan unas cien composiciones.



Otro de los movimientos maestros del "rey labrador" fue transformar la Orden del Temple disuelta por el Papa, en la Orden de Cristo, poniéndola directamente al servicio de la corona, una organización militar que jugó un papel fundamental en la Era de los Descubrimientos.  

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