martes, 24 de marzo de 2015

LA CRUZ PATÉ DEL TEMPLE



Una cruz encarnada, símbolo de la sangre que derramó Cristo para redención de la Humanidad, sobre un manto blanco que recuerda la pureza de hombres consagrados a Dios, en el hombro izquierdo, encima del corazón, es el emblema de los caballeros templarios desde 1147.


En abril de ese año el papa Eugenio III que se encontraba en Francia, concretamente en Paris, patrocinando la segunda cruzada, concedió a los caballeros de la nueva orden del templo, el derecho a llevar una sencilla cruz como logo; una cruz roja ancorada o paté, es decir, más ensanchada por los extremos. La cruz iba colocada en el hombro izquierdo, sobre manto blanco, de pureza y castidad, en el caso de los caballeros; sobre manto negro (o marrón), de fuerza y valor, en la vestimenta de los sargentos.

El pendón o estandarte, que tenía forma rectangular, incluía estos dos colores, el blanco y el negro, semipartido, que recibe el nombre de "baussant". 


No falta quién ha querido ver, o imaginar, una similitud entre la cruz templaria y la cruz ansada egipcia (ankh), símbolo de la vida (eterna). Siempre se ha pretendido vincular a los templarios con antiquísimos arcanos, la mayoría de ellos con un origen en el Antiguo Egipto. 

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