domingo, 25 de enero de 2015

VILLAMAYOR DE MONJARDÍN.



A un paso de Estella, sobre un abrupto risco que se yergue en la llanura, Villamayor de Monjardín, ha cumplido históricamente función de centinela, en la Merindad de Estella. Al igual que muchos pueblos que formaron parte de la línea de frontera, su historia aparece confusa.


Pudo ser la Mons Garcini, una fortaleza asaltada por Carlomagno durante su fugaz campaña hispánica del 778. Las crónicas cuentan como fue arrasada durante los primeros años del Califato. De cualquier forma, la historica de Villamayor aparece siempre vinculada al castillo situado por encina del pueblo, que fue destacado baluarte frente al Islam y que fue conquistado en el 908, por el rey Sancho Garcés I , cuyo busto podemos encontrar en la parte alta de la localidad.


Del castillo, llamado San Esteban de Deyo, pocos son los restos que quedan en pie, y la leyenda hizo de él, la tumba del propio rey Sancho. Después de la conquista el castillo fue donado al monasterio de Irache por Sancho II y posteriormente a la Catedral de Pamplona por Sancho el Mayor.


El castillo, por su inexpugnable emplazamiento se convirtó en uno de los baluartes más eficaces del territorio de los Banu Qasi, en la época anterior a la conquista de Sancho Garcés I. Y a lo largo de la Edad Media fue uno de las más destacadas fortalezas que poseía la corona.


El edificio más destacado, por su arquitectura y belleza románica es la Iglesia de San Andrés, construida en el siglo XII.


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