jueves, 22 de enero de 2015

URRACA FERNÁNDEZ.



A menudo las mujeres de la nobleza eran utilizadas para sellar alianzas y conseguir determinadas influencias mediante matrimonios, pero en ocasiones, esas mismas mujeres demostraban un gran conocimiento y una eficiente capacidad para los asuntos de gobierno: Urraca Fernández, tres veces reina, es un claro ejemplo de ello.

Hija del conde Fernán González y de Sancha de Pamplona, descendiente por tanto de una estirpe de grandes mujeres, como su abuela la reina Toda o su bisabuela Onecca Fortúnez . En un intento de acercarse al Reino de León, su padre la casó sucesivamente con Ordoño III y Ordoño IV, pero como quiera que la alianza no dio los frutos deseados, el conde Fernán González la ofreció en matrimonio a Sancho Garcés II Abarca , rey de Pamplona en el año 962, convirtiéndose en reina por tercera vez. De este matrimonio nació García Sánchez II .

Tras la muerte de su último marido heredó el trono su hijo, cuyo reinado fue demasiado breve, pues la parca se cruzó en su camino. Viuda y con la tristeza de haber perdido a su hijo García, Urraca utilizó todo lo aprendido durante años recorriendo las diferentes cortes cristianas, para ayudar a su nieto, Sancho Garcés III a convertirse en el monarca más poderoso de su tiempo. Durante la minoría de edad del joven Sancho, la actuación de su abuela fue decisiva para consolidarlo en el trono. Al menos eso es lo que opinan la mayoría de los historiadores.

¿Sepulcro de Urraca en Nájera?
Uno de los enigmas relacionados con Urraca Fernández es su lugar de enterramiento, puesto que tanto el Monasterio de Santa María la Real de Nájera y la Colegiata de Covarrubias, dicen custodiar los restos mortales de la reina.

Imaginamos a un joven Sancho recibiendo los sabios consejos de su abuela y no podemos dejar de preguntarnos ¿cuán importante fue la ascendencia de Urraca sobre su nieto en la configuración del podersoso estado navarro configurado por el rey Sancho?

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