lunes, 8 de diciembre de 2014

MICHALSKÁ BRÁNA - PUERTA DE SAN MIGUEL EN BRATISLAVA.



En la Edad Media cada ciudad era un pequeño universo que gravitaba en el interior de sus muralla y que pretendía ser diferente al resto de universos existentes. La muralla delimitaba y definía claramente cada una de estas ciudades. Cuando paseamos por Europa encontramos vestigios, más o menos conservados, de esos límites, a la vez sostén y esqueleto, tal es el caso de la Puerta de San Miguel - Michalská Brána - en Bratislava.



Corresponde a los inicios del siglo XIV y es la única entrada medieval que conserva la ciudad. Sobre la estructura primitiva se fueron superponiendo sucesivos añadidos, siendo el elemento más destacado su linterna barroca de cincuenta metros, rematada con la figura del arcángel que acaba de abatir al demoníaco dragón.  


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