domingo, 14 de diciembre de 2014

BATALLA DE BALTARGA



En sus correrías por el Occidente Carolingio, los magiares, aquellos fieros guerreros que habían llegado a Europa siguiendo al caudillo Arpad, después de arrasar el Norte de Italia, atravesaron los Pirineos y se lanzaron sobre la Marca Hispánica.

Las huestes magiares, formadas por rápidos y disciplinaos arqueros a caballo, capaces de disparar flechas con una endiablada velocidad, y descomponer en pocos minutos las filas enemigas, destruyeron los monasterios de Banyoles, Santa Coloma de Farners y San Pedro de las Puellas, alcanzando las fértiles tierras de Lérida. Tras no poder asaltar la ciudad musulmana de Lérida, los jinetes nómadas no suelen estar preparados para iniciar asedios con éxito, retrocedieron por los condados de Urgel y Cerdaña, portando consigo un cuantioso botín.

Recompuestos de la sorpresa inicial, los condes de la Marca logaron reunir un poderoso ejército, que fue capaz de derrotar a los terribles jinetes húngaros un día de agosto del año 942 en la Batalla de Baltarga.

El dicha batalla encontró la muerte Armengol, primogénito del señor de Barcelona, Suñer I.La tragedia afectó negativamente al Conde de Barcelona y su alma quedó sumida en una profunda depresión, y poco después, Suñer dejó el condado en manos de sus hijos y se retiró a un monasterio cercano a Carcasona.

Los condes catalanes demostraron en esta ocasión, por un lado la efectividad de la Marca Hispánica (concebida como bastión defensivo), y por otro lado, su capacidad para defender y gobernar (de forma autónoma) sus propias tierras.

Esta fue la primera toma de contaco entre la futura Corona de Aragón y los artífices del Reino de Hungría. Unos siglos más tarde, una descendiente de aquellos jinetes nómadas, Violante de Hungría, se convirtió en reina consorte de Aragón tras su matrimonio con Jaime I el Conquistador.


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