miércoles, 19 de noviembre de 2014

MAGIARES MERCENARIOS DE BIZANCIO.



Antes de asentarse como un estado estable, los magiares, al igual que hicieron anteriormente los godos, por poner un ejemplo, fueron utilizados como fuerza de choque por un estado más desarrollado y organizado. En este caso el Imperio Bizantino.

En el 894 el emperador de Bizancio León VI el Sabio, encontró en el poderoso Simeón I de Bulgaria, un rival muy duro. Con la idea de combatirle hasta el agotamiento, se atrajo el favor de los magiares y los lanzó contra Bulgaria. Esta fue la primera aparición de los magiares en el escenario de los conflictos políticos europeos.

Simeón, auténtico hombre de estado y gran estratega, pactó (o sobornó) a su vez con los pechenegos, y tras varias victorias de los magiares, consiguió que los pechenegos guerreasen con ellos y los derrotasen. Este varapalo obligó a los futuros húngaros desplazarse más hacia el Norte, a la Cuenca del Danubio, que acabaría convirtiéndose en su tierra prometida.


“Después de que Simeón de nuevo hizo las paces con el emperador de los romanos [bizantinos], se sintió con valentía, mandó buscar a los pechenegos y llegó a un acuerdo con ellos, para que derrotaran y aniquilaran a los turcos [húngaros]. Y cuando los turcos fueron a una campaña, los pechenegos con Simeón atacaron a los turcos, exterminaron a sus familias por completo y desalojaron cruelmente a los turcos que fueron dejados atrás para cuidar sus tierras. Los turcos, después de haber regresado y encontrado su tierra tan desierta y devastada, se establecieron en la tierra donde hoy también viven […]” (Constantino Porfirogéneta: Del gobierno del Imperio, alrededor de 952).

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