domingo, 16 de noviembre de 2014

KATHARINA VON ZIMMERN.



El siglo XVI fue una época convulsa para Europa, los Humanistas intentaban desterrar de la memoria la Edad Media y los Reformistas iniciaron su cruzada contra la Santísima Iglesia Católica. En algunos cantones suizos las ideas de Zwinglio corrieron como la pólvora, especialmente en Zurich, el lugar donde había comenzado sus prédicas. Katharina von Zimmern fue la última abadesa del Convento de Mujeres - Fraumunster - de la ciudad suiza, y su prudente actuación evitó un mayor derramamiento de sangre en los disturbios ocasionados por las turbas de radicales reformistas. En el interior del claustro del antiguo convento se erige un monumento en forma de prisma como homenaje a Katharina von Zimmern, una obra de la escultora Anna Maria Bauer. 

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