Para los egipcios, quizás
mas que para cualquier otra cultura del mundo antiguo, el matrimonio
era algo muy importante y especial, según se desprende del
importante número de esculturas que nos legaron. Un ejemplo de ello
es el grupo escultórico de Kai-pu-Ptah y su esposa Ipep, de la
Dinastía V y hallado en la Necrópolis de Gizeh. Kai-pu-Ptah, de
piel morena, más alto que su mujer, de piel amarillenta. Rostros de
mentón y mejillas redondeadas. Ojos hundidos, narices pequeñas y
labios carnosos.
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