La ciudad de Munich es un
auténtico revival del Mundo Clásico e incluso del Renacimiento.
Grandes edificios de ambos neo-estilos se distribuyen por toda la
ciudad. Uno de los más espectaculares es su famosa Gliptoteca,
encargada por el rey Luis I de Baviera y diseñada Por Leo von
Klenze.
Las escaleras nos
conducen al interior de un edificio jónico que alberga en su
interior el más exquisito museo de escultura griega y romana. Pasear
por sus salas es sumergirse en el Arte Clásico más puro y
auténtico. Nada de artificios. Es un museo de escultura y nada más.
No hay enormes paneles, ni objetos que distraen la atención de las
verdaderas obras de arte. En la taquilla y por un euro podemos
adquirir una pequeña guía-catálogo con todas las piezas del museo.
Si a todo esto añadimos que no es un lugar masificado, tenemos el
museo perfecto para los amantes del arte en general, y de la
escultura en particular.
Algunas de las esculturas
más destacadas son:
El fauno de Barberini.
Kuros de Munich.
Niño con Cisne.
Templo de Afaia en Egina.
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