lunes, 7 de julio de 2014

PANTA REI. HERÁCLITO DE ÉFESO Y EL CAMINO DE SANTIAGO.



Todo fluye. “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”, escribió uno de los pensadores que marcaron una tardía adolescencia (que sufrí, pero también disfruté); Heráclito de Éfeso, apodado, tal vez sin criterio, el Oscuro. De la misma manera, nadie puede hacer dos veces el mismo camino. Tú cambias y el camino cambia. Es una máxima vital y una inquebrantable ley de la realidad. Y menos mal que es así. La eternidad es una tortura si cada día tuvieses que vivir, pensar, hacer y sentir las mismas cosas. Dos años después soy distinto de aquel que se echó a caminar en el Cebreiro. La persona que me acompaña también es otra. Y por supuesto, el camino no es igual. Más frío, más gente, menos vegetación, otro equipo, diferentes molestias, otras palabras (aunque algunas se repiten) . . . todo fluye . . . el cero absoluto, la muerte definitiva, lo inerte, es producto de la calenturienta mente (privilegiada) de unos pocos físicos (y algunos químicos). Otra vez recordando al filósofo de Éfeso y el Eterno Retorno, el camino no tiene comienzo, ni fin; es una forma de vivir tu vida, donde cada pequeña etapa es un fin en sí misma.


El Camino es un círculo que se cierra sobre todos sus puntos y cualquiera de ellos obliga a recorrerlo por entero” Sánchez Dragó. 

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