lunes, 28 de julio de 2014

EL NABO DEL ARZOBISPO.



El Príncipe Arzobispo de Salzburgo era uno de los señores feudales más poderosos del Sacro Imperio Romano Germánico, pues aunaba la autoridad señorial de un vasto territorio y el poder religioso propio de un arzobispado. La jerarquía eclesiástica, al igual que la nobleza, gustaba de imprimer en sus escudos personales algún símbolo heráldico. Pues bien, el arzobispo Leonard von Keutschach (1495 - 1519) eligió para su escudo un nabo.


Se cuenta que un día, un tío de Leonard, harto ya de sus bravuconadas y despilfarros, comenzó a recriminarle alguna trastada, arrojándole nabos a la cabeza, posiblemente por ser lo que le pillaba más a mano en ese momento. Es por esto, que una vez elegido arzobispo, Leonard escogió esta hortaliza como figura heráldica.


El motivo real parece ser más prosaico, y es que Leonard procedía de Carintia, una región dedicada al cultivo de las hortalizas, especialmente del nabo, y sería por esto, que el nabo figura en su escudo heráldico. De cualquier forma resulta, cuanto menos curioso, y un punto pícaro, el nabo del arzobispo.



En el Castillo de Salzburgo, que el Arzobispo Leonard fortificó y amplió durante su mandato, es fácil encontrar el famoso escudo heráldico en cualquiera de sus rincones.   


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