miércoles, 30 de abril de 2014

WESTMINSTER ABBEY



Fundada en los tiempos de Eduardo el Confesor, desde Guillermo el Conquistador, la Abadía de Westminster o Iglesia Colegiata de San Pedro de Westminster, ha sido el lugar de coronación de los monarcas ingleses (y británicos). Uno de los centros religiosos más importantes del Reino Unido, en competencia con Canterbury.

En el 960 monjes benedictinos se establecen en la Isla de Thorney, que posteriormente se denominaría Westminster. Algunos años más tarde, concretamente el 28 de diciembre de 1065, se consagra la abadía a Eduardo el Confesor. 


The Pix Chamber, fue construida en los años inmediatamente posteriores a la llegada de los normandos y es una de las partes más antiguas de la abadía. 


El día de Navidad de 1066 se celebró la coronación de Guillermo el Conquistador, la primera de la que se tiene constancia, y que inició una sacra tradición que ha sobrevivido hasta nuestros días. 


A partir de 1245 durante el reinado de Enrique III se inicia la construcción de la iglesia actual, en estilo gótico. La reconstrucción auspiciada por este rey fue organizada como un santuario en honor al rey Eduadro el Confesor, cuyo sepulcro ocupa un destacado lugar en el altar mayor de la iglesia. 


Su interior es un enorme mausoleo donde descansan, entre reyes, nobles y reinas, algunos de los británicos más destacados de la historia en diferentes campos, como Newton, Darwin o Livingstone


La Silla de la Coronación es uno de esos objetos cargados de secular tradición, tan del gusto británico. En madera, ordenada fabricar por el rey Eduardo I hacia 1300, concebida para que contuviese la Piedra del Destino, que el propio Eduardo había robado a los escoceses en 1296. 


La Abadía se fundó en el siglo X, una época en que toda la Cristiandad reconocía la supremacía del papado de Roma. Pero en el siglo XVI todo esto cambió, Enrique VIII rompió con el Catolicismo, la Iglesia Anglicana se independizó y Westminster se convirtió en uno de sus baluartes. 

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