jueves, 6 de marzo de 2014

SAN GIMIGNANO, RASCACIELOS DE LA EDAD MEDIA.



San Gimignano conserva el sabor añejo de la piedra medieval, arañando el cielo con sus trece torres, que datan de un lejano tiempo, en que era parada obligatoria para los peregrinos que viajaban a Roma. 


Durante la floreciente Edad Media toscana, allá por los siglos XII y XIII las poderosas familias de la ciudad construyeron los "trece rascacielos" que asombran a los visitantes del siglo XXI. Estos rascacielos son símbolo de la riqueza; cuanto más alto es, más poder y dinero tiene su constructor. 

Hoy se conservan 15 de las 72 torres que un día hubo en la ciudad. Estas torres son una indicación de una violenta historia interna, que no obstante, no impidió a la ciudad dominar el Valle d'Elsa. Pero en el año 1354, San Gimignano perdió su autogobierno en favor de Florencia.

Su importancia económica se debía al cultivo del azafrán, valioso como ingrediente para ciertos medicamentos y tintes. Como región fue famosa por su trigo y su vino. 

La epidemia de peste de 1348 sumió a la ciudad en una decadencia de la que ya nunca se recuperó. Hasta ahora. 


La Piazza della Cisterna, que recibe el nombre del pozo, es el corazón del casco antiguo de esta encantadora villa toscana. 


El Palazzo del Popolo, siglo XIII, es el centro político de la ciudad y sede de la comuna de San Gimignano desde la Edad Media. 


"La justicia pisando la mentira" fresco de Vincenzo Tamagno sobre la puerta del palazzo. 


El patio del palazzo fue construido en 1323. En preciosos edificios como este se trataban los asuntos políticos de las poderosas ciudades gremiales y comerciales de la Italia medieval. 


La Colegiata de Santa María de la Asunción, de siglo XII, antigua catedral, es la principal iglesia de San Gimignano. 


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