domingo, 23 de marzo de 2014

LA ORDEN BENEDICTINA Y EL MONACATO COLUMBANO



La Orden Benedictina, una orden monástica fundada en el siglo VI,  es obra de San Benito de Nursia. Determinados monjes viven en común, en un determinado lugar, y esa vida se efectúa por la existencia de una regla: la regla benedictina. 

La regla articula toda la vida en el monasterio. En esta orden existe una figura elegida por la comunidad y que la representa, nos referimos al abad; el padre de la comunidad de monjes. La autoridad del abad no debe ser cuestionada, tendrá una gran autoridad dentro de su comunidad. Durante los siglos VI y VII la Orden Benedictina se extenderá en torno al mar Mediterráneo. 

Durante estas mismas fechas, en el Norte de Europa, se desarrolla otro tipo de monacato, el céltico, también llamado columbano. Con una regla, básicamente igual que la benedictina, pero con un régimen durisimo de penas. En estos siglos, la diferencia entre ambas reglas, es que el monacato benedictino era entendido como un lugar de refugio, el monje no tenía la misión de evangelizar, mientras que el monacato columbano, si tenía la misión de difundir el cristianismo.

Ambos modelos conviven durante dos siglos VI - VII y a partir del siglo VIII se impone el modelo benedictino, pero tomando el espíritu misionero del monacato céltico. 

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