sábado, 25 de enero de 2014

LA CULTURA CLÁSICA Y LA IGLESIA


El siglo IV fue una época fundacional para la Iglesia y en función de algunos acontecimientos podemos sostener esta afirmación; Edicto de Milán en el 313, el Concilio de Nicea en el 325 y declaración del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano en el 381. 

Al mismo tiempo este siglo IV hace que el catolicismo converja en el Imperio Romano (tanto en Oriente como en Occidente) dentro del ámbito político, pero también inmiscuyéndose en los círculos culturales. De esta forma, el Cristianismo intenta asumir aquellos pensamientos que procedían de la Antigüedad, e incluso intenta asumir ideas que procedían de autores paganos. 

La iglesia naciente estuvo muy atenta a todo lo que habían elaborado los grandes autores paganos y que podían aportar éstos al corpus doctrinal cristiano. Pero no debemos perder de vista un hecho; que la iglesia católica surge dentro de otra religión, el judaísmo. 

Los primeros pasos de la nueva religión los va a dar de la mano del judaísmo. Básicamente se va extender por todo el Imperio Romano a través de las sinagogas. Estos primeros pasos seguirán a uno de los dos grandes puntos de vista; o el de San Pedro o el de San Pablo.


Pedro defendía que el cristianismo sólo tenía que desarrollarse en un mundo judío, exclusivamente en Palestina. Por el contrario, Pablo de Tarso, sostiene que ese cristianismo debe predicarse también a los gentiles, es decir, a los no judíos. Estas tesis diferentes van a provocar enfrentamientos entre los partidarios de una y otra corriente. El cristianismo que nos llega lo hace a través de San Pablo, serán sus tesis universalistas, las que a la larga triunfen. 

En la expansión del cristianismo y en la creación de comunidades fuera de Palestina van a jugar un papel trascendental las comunidades judías que se encontraban dispersas a lo largo y ancho de todo el Imperio Romano. Los judíos, aunque estaban lejos de Palestina, conocían el lenguaje y sabían de que se las hablaba cuando leían o escuchaban a Pablo de Tarso, ya que de alguna manera, todo su discurso estaba contenido en la Biblia. 


En los lugares donde no existían comunidades judías, el Cristianismo tuvo bastantes problemas para abrirse camino. Por ejemplo, Pablo cuenta que estando hablando en el ágora de Atenas, los presentes no podían entenderle, ya que no conocían las claves interpretativas para conocerlo. 

Volviendo a nuestro discurso, algunos aspectos del judaísmo fueron adoptados posteriormente por la Iglesia Católica, siendo el ejemplo más claro el Antiguo Testamento. Esa actitud positiva ante el judaísmo caminaba de forma paralela con una posición negativa de los cristianos sobre los judíos, a los que acusaban de ser un pueblo deicida. Desde este punto de vista se fueron desarrollando actitudes antisemitas. 

Teniendo en cuenta lo que acabamos de exponer, comprobamos que el cristianismo tiene una actitud ambivalente con respecto al judaísmo. Y ese mismo esquema ambivalente es el que va a mantener con el paganismo. Van a aceptar (y tomar postulados) de algunos autores paganos y denostarán y rechazarán a otros. 

Esta relación con el paganismo la vemos claramente en dos autores, Orígenes y Tertuliano. 



Orígenes (c 185  254) escribió en griego. Según él, los cristianos deberían conocer la cultura pagana y además utilizar la razón. Al mismo tiempo sostenía que era necesario poseer textos correctos y una buena traducción de las Escrituras. Orígenes rechazaba lo que podía ser una simple lectura de los textos, argumentando la necesidad de una exégesis (interpretación) de las Escrituras.


Tertuliano (muere en 220), pertenece a la parte occidental del Imperio Romano, y por tanto, escribe en latín. Según Tertuliano, la veracidad de las Escrituras, superaba el pensamiento pagano y por tanto los cristianos debían separarse de la cultura pagana. 

Tenemos aqui dos posiciones diametralmente opuestas. La iglesia adopta una posición intermedia, se eligen determinados autores y se abandonan otros. 

La Iglesia fue recogiendo el postulado de la cultura pagana a través de los Padres de la Iglesia, una serie de diversos escritores cristianos anteriores al año 600, a saber San Jerónimo, San Ambrosio, San Agustín y Gregorio Magno (todos ellos escribieron en latín). Y esta adopción de la cultura pagana por parte de la iglesia sucedió a lo largo del siglo IV y V.  "el problema de las relaciones entre la cultura pagana y el cristianismo no había sido en modo alguno resuelto por las discusiones de los tres primeros siglos de la era cristiana".(Alexander Vasiliev). 

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