martes, 3 de diciembre de 2013

ZARA VENECIANA


Kopnena vrata, una de las monumentales puerta de la ciudad de clara inspiración veneciana. 
Durante los primeros siglos medievales, tenaces mercaderes se instalaron en una pequeña península de la costa adriática  (que casi es isla) y desarrollaron una opulenta ciudad que llegó a rivalizar con la Serenissima Venecia. Pero !ojo con el orgullo¡, siempre te encuentras con alguien más fuerte que tú, más guapo y más todo, y entonces llegan las miradas desafiantes, la rivalidad, el enfrentamiento directo, el sólo puede quedar uno. O tal vez, acercarte, dar coba, hacerte amigo y confidente, y así de paso, tu nuevo aliado te defiende de los otros matones. 

Iglesia de San Donato (planta redonda) y Catedral de Santa Anastasia 
Y eso mismo hizo Zadar, viendo amenazada su libertad por croatas y húngaros, estrechó lazos con Venecia, combatió para ella, negocio con los dogos, navegó con sus naves, y no sólo consiguió sobrevivir sino que además se embelleció, sus blancas calles y fachadas relucían al amanecer, miraban orgullosos al Sol, construyen iglesias y suntuosos edificios, copiando el peculiar estilo véneto, sus plazas y espacios públicos se abren al mar, para despedir al que marcha y recibir al que llega, defendieron al Papado y a la Iglesia Católica ante la amenaza del Islam, se convierten en bastión cuanto el turco asola los Balcanes, las riquezas llegan a espuertas, Zara, pues así se llamaba por entonces, capitaliza la Dalmacia Veneciana, y situada estrategicamente en el Corazón del Mediterráneo, entre los Balcanes, el Adriático, el sur de Italia, el resto de Dalmacia y las rutas que conectan con Europa Central. 

Narodni trg, la "Plaza del Pueblo".
En la actualidad la ciudad está prácticamente vendida a los turistas, pero claro una ciudad comerciante, siempre será una ciudad comerciante.


En cierta ocasión, el maestro del suspense y el terror, Alfred Hitchcock, comentó que en Zadar se disfruta de la mejor puesta de Sol del mundo . . . sinceramente, sin desmerecer la estampa, he contemplado muchas puestas de sol, en muchos lugares diferentes, y me sería imposible quedarme con una de ellas. . . todas tienen algo que roza la magia .

No hay comentarios:

Publicar un comentario