El
Antiguo Testamento es un libro esencialmente dogmático, conocido
como Sagradas Escrituras, donde se recoge la historia sagrada del
pueblo de Israel y su relación con Dios. A pesar de su contenido
básicamente religioso, también se trata de una importante fuente
histórica para conocer las formas de vida de los pueblos del Próximo
Oriente durante la Antigüedad.
Según
la Ley de Israel la mujer soltera estaba bajo la tutela de su padre y
la mujer casada estaba bajo la tutela de su esposo. El divorcio
únicamente se le concedía al hombre. Así, la mujer estaba relegada
a una posición social de inferioridad en absolutamente todos los
sentidos.
En
el Antiguo Testamento, la mujer era considerada como miembro de la
“familia de la fe”. Los hombres tenían obligación de comparecer
ante el Señor tres veces al año, en ocasiones eran acompañadas por
las mujeres, aunque éstas no eran requeridas. Posiblemente, la mujer
no tenía obligación de asistir debido al importante deber como
madre y esposas.
En
cuanto a las ceremonias y ritos religiosos, las mujeres participaban
como cantoras (Esdras 2'65) pero nunca podían desempeñar el cargo
de sacerdotisa (en ese sentido tampoco hemos avanzado nada, nosotros
no claro está, nos referimos a la cúpula de la Santa Iglesia
Católica).
♥ Judith
Heroína judía que sedujo y
emborrachó al general Holofernes, para posteiormente cercenarle la
cabeza y liberar a su ciudad, Betania, del asedio asirio.
♥ Débora
una madre para Israel.
“Gobernaba en aquel tiempo a Israel
una mujer, Débora, profetisa mujer de Lapidot” (Jue. 4: 4, 5 )
Débora era una mujer
casada que desempeñaba dos cargos o cometidos, uno como profetisa y
otro como líder o juez de su pueblo. Por medio de una acción
profética, Debora llamó al general israelí Barac, que al frente de
10.000 hombres se enfrentó a una fuerza superior, formada por carros
cannanitas.
♥ Ester
de huérfana a reina. Una hermosa judía que quedó
huérfana a edad temprana, siendo adoptada por su primo Mardoqueo. Su
historia se narra en el Libro de Ester. Se casó con Asuero y se
convirtió en Reina de Media y Persia. Al parecer su nombre
significa; la más bella estrella de la noche.
♥ Sara
y Agar. Madres de Isaac y de
Ismael respectivamente. Abuelas de israelitas e ismaelitas; dicho en
términos religiosos, de judíos y musulmanes.
♥ Rebeca.
Abraham, el patriarca del
pueblo hebreo, envió al jefe de sus sirvientes Eliecer, a buscar una
esposa, que no fuera cananea, para su hijo Isaac. Eliecer,
impresionado por la amabilidad de Rebeca, regresó convencido de
haber cumplido con la petición de su señor. Rebeca se convirtió en
esposa de Isaac y en madre de los gemelos Esaú y Jacob. Según una
tradición Rebeca está enterrada en la Cueva de los Patriarcas en
Hebrón.
♥ Raquel.
Hija
de Labán, prima y segunda esposa de Jacob. Madre de los hijos más
pequeños de patriarca, José y Benjamín, al que dio a luz antes de
morir. En las afueras de Belen, en el camino a Efrata, el enamorado
Jacob enterró a Raquel. Cada año, miles de turistas visitan la
tumba de Raquel.
♥ Dalila.
Símbolo de todas las maldades
que encierra dentro de sí una mujer y de la capacidad para conseguir
mediante malas artes todo aquello que se proponga. Los filisteos,
enemigos acérrimos de Israel, cansados de ser derrotados por éstos,
pidieron a la hermosa Dalila, que enamorase a su campeón Sansón y
descubriese donde se encontraba su talón de Aquiles. Mediante juegos
de seducción y promesas de noches de placeres infinitos, Dalila
descubrió donde residía la fortaleza de Sansón, en su cabello.
Desvelado el secreto, los filisteos consiguieron capturar a Sansón.
♥ Jael.
Menos conocida que Judith, Jael
también derrotó al que parecía invencible en el campo de batalla.
Yavhé guió la débil mano de una mujer, que asió una estaca de
madera y atravesó las sienes de Sisara, cruel opresor del pueblo de
Israel.
“Bendita
sea entre las mujeres Jael, mujer de Hebercenero; entre las mujeres
que habitan tiendas, bendita sea” (Jueces 5:24).
♥ Reina
Atalía Una de las pocas
mujeres gobernantes que ha tenido el pueblo judío. Hija de Ajab de
Israel y Jezabel, princesa de Tiro, mediante matrimonio con Joram, se
convirtió en reina consorte. A la muerte de su esposo y también de
su hijo Ocozías, se hizo con el poder. Durante su reinado toleró el
culto al Baal, decisión que le granjeó la enemistad del poderoso
sacerdocio de Yahvé. Tras una rebelión Atalía fue capturada,
ejecutada y el templo de Baal destruído.
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