martes, 18 de junio de 2013

ANÍBAL Y FILIPO V



Unos meses después de sus aplastante victoria en las llanuras de Cannas, Aníbal Barca, el general cartaginés y enemigo odiado de Roma, firmó un pacto con Filipo V , Rey de Macedonia, que supo ver en el gigante púnico, un perfecto aliado en sus planes de socavar el poder de Roma y crear un Imperio Macedonio en el sudeste de Europa. 

"Juramento de Aníbal, el general, de Magón, de Mircano, de Barmócar, de todos los ancianos de Cartago presentes, de todos los soldados cartagineses presentes, prestado ante Jenófanes, hijo de Cleómaco, ateniense, enviado a nosotros como embajador por el rey Filipo, hijo de Demetrio, en nombre suyo, de los macedonios y de los aliados de éstos, juramento prestado en presencia de Zeus, de Hera y de Apolo, en presencia del dios de los cartagineses, de Heracles y de Yolao, en presencia de Ares, de Tritón y de Poseidón, en presencia de los dioses de los que han salido en campaña, del sol, de la luna y de la tierra, en presencia de los ríos, de los prados y de las fuentes, en presencia de todos los dioses dueños de Cartago, en presencia de los dioses dueños de Macedonia y de toda Grecia, en presencia de todos los dioses que gobiernan la guerra y de los que ahora sancionan este juramento. Aníbal, el general, dijo, y todos los senadores de Cartago presentes y todos los soldados cartagineses presentes: por voluntad vuestra y nuestra prestamos este juramento de amistad y de noble adhesión para ser amigos, parientes y hermanos, bajo las cláusulas siguientes: que el rey Filipo, los macedonios y los demás griegos que les son aliados protegerán a los cartagineses y a sus magistrados supremos, y a Aníbal, su general, y a los que el acompañan y a todo el imperio de Cartago, que vive bajos sus leyes, y también al pueblo de Útica, y también a todas las ciudades y pueblos sometidos a Cartago, y a nuestros soldados y aliados, y a todas las ciudades y poblaciones de Italia, de Galia y de Liguria, con las cuales tenemos amistad, y a aquellas ciudades de esta última región con las que lleguemos a tener amistad y confianza. Y también el rey Filipo y los macedonios y los demás aliados griegos serán protegidos y salvados por los cartagineses, que saldrán con ellos a campaña, y por los uticenses, y por todas las ciudades y linajes sometidos a Cartago, y por los aliados, y por las tropas, y por todos los linajes y ciudades que hay en Italia, en Galia, en Liguria, y por todos los que se les alíen de la región de Italia. No maquinaremos nada unos contra otros, ni diremos nada unos contra otros, y con todo afán y lealtad, sin engaño, seremos todos enemigos de los que hagan la guerra contra Cartago, a excepción de los reyes, ciudades y linajes con los cuales tengamos juramento de amistad. También nosotros seremos enemigos de los que hagan la guerra al rey Filipo, a excepción de los reyes, las ciudades y los linajes con los cuales tengamos juramento de amistad. Nos seréis también aliados en esta guerra contra los romanos, hasta que los dioses nos cedan a todos la victoria. Nos ayudaréis como convenga, en la forma que acordemos. Y si los dioses hacen que esta guerra que hacemos todos contra los romanos y sus aliados la acabemos con buen éxito y ellos buscan nuestra amistad, accederemos, pero de manera que esta amistad valga también para vosotros, y así no les sea nunca lícito declarados la guerra, ni dominar Córcira, ni Apolonia, ni Epidauro, ni Faros, ni Dimale, ni Partino, ni Atintania. Restituirán a Demetrio de Faros sus amigos que ahora se encuentran en poder de los romanos. Y si éstos os declaran la guerra, o nos la declaran a nosotros, nos ayudaremos mutuamente, según precisemos unos y otros. Y también si la declaran a terceros, a excepción de aquellos reyes, ciudades o linajes con los cuales tengamos juramento de amistad. Y si nos parece necesario añadir o suprimir algo de este juramento, lo suprimiremos o añadiremos, según parezca bien a las dos partes". 
Polibio. Libro VII. Fragmento 9

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