La famosa muralla de Ávila encierra entre sus muros sorpresas protohistóricas, una de ellas es un toro de piedra que en la actualidad custodia el edificio anexo al Museo de Ávila.
Se trata de una escultura alargada, sin lugar a dudas un toro, que carece de patas.
Detalle de la cabeza, con papada e incipientes cuernos.
La cola del zoomorfo está muy bien conseguida y se desliza desde la espalda del animal para perderse en la entrepierna.
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