martes, 5 de marzo de 2013

LA PREHISTORIA EN EL SAHARA OCCIDENTAL



Un acercamiento a la Prehistoria del inabarcable Sahara (a partir de la exposición La Prehistoria en el Sahara Occidental. Megalitismo y Arte Rupestre en el Parque de las Ciencias de Granada). 

De sabana a desierto, del rudimentario Paleolítico, al más refinado Neolítico, de las cavernas y abrigos, a las enigmáticas construcciones megalíticas.

Desierto que fue sabana.

A inicios del Holoceno, hace unos 10.000 años, el clima era más húmedo que el actual, siendo frecuentes las lluvias veraniegas y una mayor densidad de vegetación. No obstante, se producían importantes variaciones climáticas, intercalando períodos húmedos, con otros más cálidos. 


Fósiles variados.
Las especies que aparecen representada en cuevas y abrigos, se corresponden con una fauna esteparia o de sabana; siendo la vegetación de estepa formada por matorrales en las zonas bajas y árboles en las montañas. 


Rosa de Jericó 
Durante las épocas más lluviosas se formaron gran cantidad de lagos en las zonas bajas del Sahara. 


Ammonite de considerables dimensiones
En los abrigos rocosos del Sahara Occidental aparecen representadas una veintena de especies animales, la mayoría de ellos mamíferos; jirafas, elefantes, hipopótamos, rinocerontes, antílopes, gacelas y avestruces. Sin embargo es notable la ausencia de los grandes carnívoros, reptiles o aves, animales, que a buen seguro, debían ser muy comunes en la región. ¿Quizás únicamente representaban a las piezas de caza, o aquellas especies susceptibles de serlo?.



Abrigos rocosos y Arte Rupestre.


Maqueta a tamaño natural de un abrigo
Hacia el 8.000 a.C., un aumento de la humedad propició una importante expansión demográfica, a lo largo y ancho de todo el Sahara, en busca de abrigos rocosos situados estratégicamente, en las inmediaciones de cursos de agua, ya fuesen permanentes o temporales. 


Lasca Levallois 
Los abrigos que fueron ocupados por los seres humanos durante la prehistoria, son en la actualidad museos del arte rupestre, donde quedan representados la variada fauna del lugar, las diferentes etnias y las distintas culturas materiales de cada uno de los grupos. 


Antílope 
Desde la cómoda butaca del siglo XXI resulta muy complicado interpretar la intencionalidad y el significado del Arte Rupestre Prehistórico; no obstante, algunos (muchos) investigadores y estudiosos se aventuran, en tan pantanoso territorio, y lanzan diferentes hipótesis, probables aunque difíciles de comprobar - y consensuar - que consigan explicar esas enigmáticas imágenes que nos legaron nuestros antepasados.

* La magia simpática; la imagen plasmada es un intento de apropiación, que busca, por medio de ciertos rituales y ceremonias, fines propiciatorios para las expediciones de caza.

* El tótem; la especie representada correspondería con el animal totémico del clan o grupo, y actuaría como divinidad protectora. 

* El estructuralismo; concibe la cueva como un santuario, cuyas imágenes reflejan la ideología y el simbolismo social de la comunidad. 

Cazadores recolectores.


Caza de oryx con propulsor.
Pese a la abundancia de material lítico recuperado en el Sahara, aún no se ha establecido una secuenciación clara del mismo. En términos generales podemos hablar de una industria inicial de cantos tallados . . . 


Raedera 

Canto tallado

. . . seguida de otra protagonizada por los bifaces . . . 



Bifaces 
. . . hasta evolucionar a los útiles pedunculados de la Cultura Ateriense (38.000 - 10.000 a.C.), surgida en el Sahara y que se extendió al resto del continente africano. 


Puntas de flechas aterienses

Neolítico

Iniciado el Holoceno, y coincidiendo con las mejoras de las condiciones medioambientales, los grupos nómadas tienden a sedentarizarse, creando asentamientos estables y permanentes, y llegando a producir su propia cerámica. 


Puntas de flecha tipo torre Eiffel
A partir de estos momentos se desarrollan las siguientes culturas epipaleolíticas del Sahara:

- Cultura Ibero-Mauritana en el Magreb, con un utillaje laminar
- Cultura Capsiense centrada en Túnez, con microlitos geométricos
- Cultura Keremiense, en Argelia Occidental, como una evolución del Capsiense


Huevo de avestruz y puntas de flechas pedúnculas

Durante el Neolítico se realizan las pinturas rupestres y se construyen las grandes obras megalíticas. Las poblaciones acostumbradas (y adaptadas) a las frecuentes oscilaciones climáticas, seguían llevando un estilo de vida cazador y recolector, sin apenas estratificacion social. Más tarde, coincidiendo en el tiempo con una época climática más benigna, la sociedad se fue haciendo más sedentaria y comienzan a desarrollar procesos para transformar los recursos naturales. 

La sociedad se va haciendo más compleja y basa su economía en los grandes rebaños de cabras y ovejas, guiadas por pastores nómadas, que mantienen contactos con otros grupos, sin abandonar totalmente sus hábitos cazadores-recolectores.


Una de las presas más complicadas de cazar.
Poco a poco la aridez va ganando terreno, los pastos y reservas de agua comienzan a escasear, y el control de estos recursos, provoca la aparición de ciertas élites nómadas que detentan el poder, ratifican alianzas entre clanes y arbitran en las disputas intertribales. 

Megalitos.



Localizados en lugares de gran visibilidad, los túmulos funerarios se extienden por todo el Sahara. Estos túmulos se agrupan formando necrópolis que se convierten en auténticos hitos territoriales de las sociedades agropecuarias de la Prehistoria Reciente. 

Estas sepulturas, que presentan multitud de variantes en tipología y tamaño, se mantienen su presencia a lo largo de varios milenios, desde el inicio del Neolítico hasta la Protohistoria; una época de transición hacia la escritura. 


Maqueta de un complejo megalítico en la zona de Meheris 
Las grandes estructuras megalíticas se relacionan con determinadas creencias y ritos solares, lunares y/o astrales, despertando la imaginación de todo aquel que se acerca a contemplarlas . . . 

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