domingo, 22 de marzo de 2020

EDDY MERCKX, EL CANÍBAL.




El 1 de Julio de 1903 arrancaba el Tour de Francia, una exigente carrera ciclista, cuyos participantes estaban destinados a escribir las más brillantes páginas de la épica deportiva, pedaleando bajo el Sol y la lluvia, con frío y con calor, con niebla y con viento, llevando al límite la resistencia física del cuerpo humano. Una competición concebida para forjar campeones, y entre todos estos campeones sobresale el Caníbal Eddy Merckx.

La determinación y la ambición personal de Eddy Merckx lo convirtieron en un deportista muy competitivo, facultad que le valió el sobrenombnre de Caníbal, pues siempre estaba dispuesto a devorar toda competición que se le pusiera por delante: Campeonato del Mundo en Ruta (3), Giro de Italia (5), Tour de Francia (5) y Vuelta a España (1), así como gran número de Clásicas y carreras menores; Milan – San Remo, Tour de Flandes, Flecha Valona, Lieja – Bastogne – Lieja, Giro de Lombardía . . . su hambre desmedida de triunfas le coloca (con los datos numéricos en la mano) como el mejor ciclista de la Historia (para algunos incluso mejor deportista). Una afirmación sobre la que existe unanimidad, jamás un ciclista consiguió un dominio tan absoluto sobre esta apasionante disciplina deportiva.

Eddy Merckx nació en Meensel-Kiezegem, localidad belga, un país de gran afición al ciclismo y cuna de grandísimos corredores. Eddy fue un niño feliz, según sus propias palabras, que aprendió de su padre a trabajar duro. Como muchos chiquillos odiaba la escuela y prefería practicar deporte al aire libre, especialmente montar en una bicicleta de segunda mano para emular a su ídolo, el ciclista belga Stan Ockers.




En 1965 participó en su primera carrera profesional y comenzó a forjar una leyenda a base de pedaladas, acumulando un total de 525 victorias, record absoluto. En 1969 debutaba en el Tour de Francia y demostró al mundo todo el potencial que un hombre perseverante y ambicioso puede desarrollar. En la etapa reina del Tourmalet, a la que llegó como líder destacado, decide reventar la carrera. Empieza a tirar en las primeras rampas, corre más de 140 kilómetros en solitario y gana la etapa sacando 8 minutos al segundo clasificado. Fue mi victoria más bella. Nunca más me sentí tan fuerte, declaró poco después. Ganó el Tour con seis victorias de etapa, ganando además la regularidad, la montaña, la combinada y la combatividad.



Pero el mito de Eddy Merckx no sólo se cimentó en la victoria, sino también en la derrota, como aquella etapa del Tour de 1975 con meta en Avoiraz. Eddy logró un meritorio tercer puesto, después de sufrir una aparatosa caída que le provocó una fractura en la mandíbula y aunque ese año no pudo conseguir la victoria en la Grand Boucle, no dejó de pelear un solo momento por recortar segundos al líder Bernard Thévenet (que acabaría logrando la victoria). 1975 fue la primera vez que Merckx no ganaba ninguna de las tres grandes, la carrera del deportista iba acabando al tiempo que empezaba a crecer la leyenda.


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