sábado, 8 de febrero de 2020

LOS DOS EGIPTOS SON UNO SOLO.



En Egipto hay un solo río, un solo fenómeno importante: su crecida anual. Todo lo que acontece en el Nilo, o tiene que ver con el río, de la primera catarata de Asuán al mar, repercute en toda la vida del país. Además, a pesar de los avances, a pesar de las diferencias naturales (un hombre del Bajo Egipto se sentiría perdido en la isla de Elefantina), el pueblo egipcio es el mismo, o casi, desde el Alto al Bajo Egipto. Los nomos pudieron tener al principio una vida independiente, pero pronto se van reagrupando. Las tierras, los hombres, los dioses locales, las ciudades, se unen. El Delta se unifica, es el Bajo Egipto —el reino de la Abeja y del Ureo (la cobra): su príncipe lleva la tiara roja. El Alto Egipto, el estrecho valle del Nilo, también adquiere una entidad política —es el reino del Lirio y del Buitre, del soberano de blanco tocado. Finalmente, el soberano del Alto Egipto, Menes Narmer, une los dos países en uno solo, hacia el 3200, y se ciñe el pchent, la doble corona, blanca y roja. ¿Podemos llamarlo primer faraón?.
Fernand Braudel.
Memorias del Mediterráno.

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