domingo, 9 de septiembre de 2018

SINAIA, LA PERLA DE LOS CÁRPATOS.




En Sinaia, una de las ciudades más turísticas de toda Rumanía, construyó el primer rey del país, Carol I, el Castelul Peles, un capricho nerorromántico que recuerda a los edificios alpinos tiroleses.


Lugar de asueto, descanso y recreo, para disfrute de la familia real, la primera dinastía reinante de un país que aún balbuceante, daba sus primeros pasos de forma autónoma a finales del siglo XIX.


Una montaña rocosa en el valle del Prahova fue el lugar elegido para edificar este bello palacio.


Las localidades turísticas de Rumania, aquellas que están en la montaña y cuentan con una estación balnearia son un completo horimiguero de coches, personas y autobuses. Un poco angustiosas. A través de un bazar natural, cuyas cubiertas están formadas por árboles y tenderetes que se abren a ambos lados se llega al Palacio Peles. Un auténtico enjambre humano, una marabunta de turistas armados con cámaras, ipods y los famosos palos de selfie se disponen a tomar al asalto los muros del castillo.

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