jueves, 22 de diciembre de 2016

BOLESLAO EL BRAVO.



Boleslao I el Bravo – Boleslaw Chrobry fue un paso más allá que su padre Miezko y no paró hasta conseguir convertirse en rey del recién nacido estado polaco.


Boleslao sucedió a su padre Miezko como duque independiente (y cristiano) de Polonia, adulador y diplomático daba a los otones una de cal y otra de arena, al tiempo que sus ejércitos conseguían aumentar sus territorios con la anexión de Gdansk, Cracovia, Silesia y Moravia. Su experiencia militar le permitió posteriormente defender sus fronteras con éxito.


Como todo buen gobernante buscó aliados entre sus vecinos y se casó sucesivamente con Enilda de Lusacia y con Judith de Hungría, hija de Geza y Sarolta, y hermana de Esteban I. Ambos cuñados se convertirían en los primeros reyes de sus respectivos estados.



La religión fue el gran pilar que sustentaba todas las monarquías medievales y Boleslao lo sabía. Su buena relación con la iglesia fue determinante para que el papa de Roma diese el visto bueno a su coronación en el año 1025. 


Poco pudo Boleslao disfrutar en el trono, pues meses después de convertirse en rey le sorprendió la muerte. Con su muerte la inestabilidad e incertidumbres se extendieron rápidamente por Polonia.  


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