sábado, 17 de septiembre de 2016

PEDRO DE VERA.



Caballero andaluz, más valeroso que inteligente, oriundo de Jerez de la Frontera, su arma presta a defender los intereses de sus señores los Reyes Católicos, eficiente en la batalla y brutal con los vencidos. Regidor de Jerez, alcaide de Cádiz, de Jimena, de Arcos, enfrentado en las tierras del sur con el duque de Medina Sidonia, participó en la recuperación de Gibraltar y desde sus costas lanzaba razzias contra Berbería.

Capitán de Guerra en la conquista de Gran Canaria y gobernador en el Real de las Palmas, enfrentó y mató al caudillo Doramas y concluyó la invasión castellana de la isla. En la Gomera aplastó sin miramientos la “rebelión de los gomeros” masacrando a hombres, mujeres y niños. Los métodos punitivos y crueles empleados por Vera en el archipiélago Canario serían repetidos décadas más tardes en el continente americano por personajes de su misma calaña.

De regreso a la península hizo una pequeña fortuna vendiendo a los canarios como esclavos y tomó parte de la definitiva Guerra de Granada, integrando los ejércitos que rindieron Málaga, aunque no es posible asegurar (ni negar) su participación en la capitulación final de la capital nazarí. Murió a principios del siglo XVI, pobre como las ratas y aquejado, posiblemente, de lepra.



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