sábado, 11 de junio de 2016

LA IGLESIA EN LA PLENA EDAD MEDIA.



La iglesia plenomedieval, una de las instituciones más influyentes en la sociedad de la Europa Occidental, va a estar caracterizada por los siguientes elementos y procesos.

Reforma del monacato. La reforma del monacato, que se realizó siguiendo el modelo clásico benedictino, se produjo por obra de las órdenes de Cluny (siglos X – XI) y de Císter (siglo XII). Ambos, Cluny y Císter, pretendían volver a los orígenes, al espíritu cristiano de las primeras comunidades evangélicas. Según estos reformadores, la Cristiandad, con la propia iglesia a la cabeza, se habían apartado del camino, del mensaje de los primeros cristianos, de ahí la importancia vital de recuperar dichos principios. Estas ideas dieron lugar a amplios y profundos movimientos de reforma.

Enfrentamiento Papado/Imperio. Durante la Alta Edad Media había surgido este enfrentamiento que alcanzará su punto álgido en los siglos plenomedievales. La razón de la disputa la podemos resumir en una sencilla disyuntiva: ¿quién debe tener la primacía sobre quién, el poder temporal o el poder espiritual?. La confrontación fue muy dura, el papado excomulgó a varios emperadores, y a su vez, algunos emperadores nombraron a diversos antipapas. Al final de la “Querella de las Investiduras” ambas instituciones están agotadas y muy debilitadas, las monarquías serán las beneficiadas, pues conseguirán hacerse con más parcelas de poder.

Liderazgo. La iglesia ejercerá su liderazgo en todos los aspectos, con ramificaciones que se extienden por los diversos ámbitos del mundo occidental cristiano. Y ese liderazgo queda materializado en las Cruzadas, expediciones militares en las que el papa demuestra su inmenso poder de convocatoria, empenzando por la primera lanzada a viva por en Clermont por el papa Urbano II.


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