martes, 6 de enero de 2015

IGLESIA DEL CRUCIFIJO, LOS TEMPLARIOS Y LA PATA DE OCA.



Un galimatías simbólico de difícil interpretación y casi milagrosa comprensión, y un misterio histórico más que el Sanedrín de Catedráticos y doctores se niega a aceptar (e investigar). En algunas ocasiones hemos referido en esta bitácora la extraña relación que se ha ido tejiendo, con hilos de diferente procedencia, entre la Orden del Temple, el Camino de Santiago y el Juego de la Oca. Casualidad o no, los tres elementos se entrelazan en la Iglesia del Crucifijo - anterior Iglesia de Nuestra Señora del Huerto - en Puente la Reina.


Pero aún hay otra cosa más. La primitiva titular del templo, Señora del Huerto, es otra cristianización tardía de la Gran Madre, a la que tanta pasión dedicó, entre otras, Marija Gimbutas. Esta intitulación nos hace suponer la existencia de un santuario pagano precristiano. Y yendo más allá, la permanencia de una Ruta de Peregrinación desde tiempos remotos. Además, de todos es conocida, la devoción mariana que siempre profesaron los caballeros templarios.


La Iglesia y Convento del Crucifijo se emplaza en el antiguo poblado, o barrio de Murubarrea, o Villa Vieja, el lugar donde arranca la localidad de Puente la Reina. El templo primigenio (el cristiano, se entiende) fue construido entre los siglos XII y XIII, y consagrado bajo la advocación de Santa María de las Huertas. El rey de Pamplona, García Ramírez "el Restaurador" la cedió al temple para que cumpliese la sagrada misión de proteger y asistir a los peregrinos, convirtiendo Puente la Reina, en la más importante encomienda de la orden en tierras del Reino de Navarra.


La Iglesia, en cuyo interior podemos contemplar un singular Cristo Crucificado, permanece unida al convento que está situado al otro lado de la calle por medio de un arco abovedado. Fue hospital de peregrinos en la Edad Media, administrado por la Orden de San Juan de Jerusalén desde el siglo XV. Los caballeros sanjuanistas cambiaron el nombre de la iglesia por el de Iglesia del Crucifijo. Definitivamente el poder del cielo usurpó el dominio al de la Tierra, lo masculino se impuso a lo femenino. Una leyenda cuenta que el Cristo llegó a la localidad traído por un grupo de peregrinos germanos.



Para mí, curioso y desconfiado en iguales proporciones, resulta imposible creer a pies juntillas todo lo que se dice del temple y sus supremos conocimientos escondidos (en clave de enigmas) a lo largo de todo el Camino de Santiago, para que unos concienzudos iniciados pueden descifrar y alcanzar un estado mental similar al éxtasis. Pero claro, tanto andar por inhóspitos caminos, conducir por maltrechas carreteras azotadas por el mal tiempo, leer tantas y tantas noticias sobre el temple, y finalmete traspasar el umbral de la iglesia, penetrar en su natural oscuridad y toparnos con un curioso Cristo que aparece crucificado en ¿una pata de oca?. O la imaginación se ha apoderado de todo mi ser, o yo, en este asunto, no se realmente que creer. Juzgue cada cual por sí mismo.  

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