jueves, 23 de enero de 2014

ORIGEN ATÁVICO PROTOHISTÓRICO DEL CAMINO DE SANTIAGO.



¿Cuándo comenzó el Ser Humano a buscar el Finis Terrae? ¿En qué momento del pasado, grupos de hombres y mujeres se encaminaron, siguiendo un Campus Stellae, hacia el lugar donde el Océano Tenebroso engulle a la Tierra?. No podemos mantener que la peregrinación surgió, de la nada, allá por el siglo IX a.C. Como ha ocurrido a lo largo de la Historia, la Iglesia Católica se adueñó de los ritos precedentes, sembró la antigua vía de crucifijos y ofreció como recompensa, por llegar a la tumba del Apóstol, indulgencias y reducción de años en el Purgatorio. En algún momento indeterminado, los druidas se convirtieron en frailes mendicantes. ¿O acaso Galicia no es la más celta de todas las tierras ibéricas? Y no es menos cierto, que el Monacato Columbano, o céltico, influyó de manera decisiva en la redacción de la Regla Benedictina. La meiga abrió hospitales y dedicó su arte y su vida, a socorrer y atender a los desfondados peregrinos. Y ¿por qué detenerse en Santiago y no concluir junto al Océano?. 

Fernando Sánchez Dragó está de acuerdo conmigo, o yo con él, que más da, el orden de los factores no altera el producto, y cree firmemente en la existencia del camino, antes del Camino; “¿Dije que el dios de Compostela ha sido, yendo hacia atrás, paredro de Prisciliano, apóstol del Evangelio, Santiago Alfeo, Santiago Zebedeo, mellizo de Cristo, Cristo en persona, Habidis, hércules solar, timonel de los muertos, estrella de los druidas y encarnación de Osiris?” (Gárgoris y Habidis).

La persecución del Santo Grial, desenterrar de las aguas la Atlántida, alcanzar la Jerusalén Celeste, atracar en Ítaca, matar al Minotauro y no perder el ovillo de Ariadna, descubrir la panacea, ser elegido para morar (morir) en Valhalla, desentrañar los secretos de la Piedra Filosofal, ser armado caballero, conocer la interpretación de la Cábala, despertar ante la diosa Isis (o Venus), completar con éxito las Doce Pruebas, aprender a leer las estrellas, conocer el poder y significado de los arcanos, conseguir el conocimiento de uno mismo; la magia, la literatura, la religión, las leyendas, la psicología siempre han seguido un mismo camino de iniciación, no hacia la divinidad, no hacia una realidad inabarcable, sino hacia el interior de nuestro yo. El Camino (marcado por uno mismo) por ejemplo, el de Santiago, ayuda (y mucho) a conseguirlo.

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