LOS HIJOS DE LA ESCLAVA
Cuentan las Sagradas Escrituras, que Abraham, profeta, padre de Isaac y patriarca del pueblo israelita, tuvo con anterioridad otro hijo con su esclava Agar, al que llamaron Ismael, y que llegaría a ser el patronímico de los beduinos del Gran Desierto de Arabia.
"Sara, mujer de Abraham, no le daba hijos. Pero tenía una esclava egipcia, que se llamaba Agar, y dijo Sara a Abraham: Mira, el Señor me ha hecho estéril. Llégate, pues te ruego, a mi esclava. Quizá podré tener hijo de ella". "Agar dio a luz un hijo de Abrahám, y Abrahám llamó al hijo que Agar le había dado Ismael".
GÉNESIS 16.
Los agarenos, o agareanos eran un pueblo nómada que habitaba las zonas desérticas al Sur y Sureste de Canaán y que su principal actividad económica y fuente de riqueza era la ganadería de camellos, asnos y ovejas.
Los agarenos estuvieron siempre en permanente conflicto con los israelitas. Cuenta Josefo, que aliados con anmonitas y moabitas se enfrentaron a Josafat, rey de Judá, y por ello aparecen en los Salmos, como uno de los diez enemigos más peligrosos para Israel.
"...las gentes de Edón, los ismaelitas, Moab y los hijos de Agar ..."
Salmos 83,7.
Agarenos e ismaelitas son términos casi sinónimos, y los ismaelitas se identifican con los árabes, aquellos que andando los siglos, abrazaron la religión predicada por Mahoma. Por tanto, los ismaelitas, al igual que los judíos, se consideraban descendientes de Abraham, Ibrahim para ellos.
Los israelitas reconocían su parentesco con los ismaelitas, pero les concedían poca importancia en el plan divino, al tratarse de los hijos ilegítimos de Abraham y una concubina.
"Agarenos,agarenos
hijos de la pobre esclava,
hijos del desierto ardiente,
os llega pronto vuestro !mañana¡"
Unamuno.
Yahvé, o Allah, prometió a Abraham la tierra de Canaán para sus descendientes, pero ¿a qué descendientes?, ¿a Isaac? hijo de su legítimo matrimonio con Sara, o ¿a Ismael?, su primogénito, pero hijo de la esclava Agar. Musulmanes y Judios llevan siglos discutiendo esta cuestión, y mientras Palestinos e Israelitas, unas veces con palabras y otras con las armas, continúan reivindicando el derecho divino de habitar en la Tierra Prometida.
"Creció el niño y fue destetado, y Abrahám hizo un gran banquete el día que destetaron a Isaac. Cuando vio Sara al hijo que Agar la egipcia había dado a Abraham jugando con su hijo Isaac, dijo a Abrahám: . Abrahán lo sintio muchísimo, por tratarse de su hijo, pero Dios dijo a Abrahám: . Abrahám se levantó de mañana, tomó pan y un odre de agua y se lo dio a Agar; le puso al hombro el niño y la despidió.
Ella se fue y anduvo por el desierto de Berseba. Como llegase a faltar el agua del odre, echó al niño bajo una mata y ella misma fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de arco, pues pensaba: Sentada, pues, enfrente, se puso a llorar a gritos.
Oyó Dios la voz del chico; el Ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: <¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del chico en donde está. ¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque he de convertirle en una gran nación>. Entonces abrió Dios los ojos de Agar y vio un pozo de agua. Fue, llenó el odre de agua y dio de beber al chico.
Dios asistió al chico, que se hizo mayor y vivía en el desierto, y llegó a ser un gran arquero. Vivía en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer del país de Egipto.
GÉNESIS 21.