domingo, 31 de marzo de 2013

MUSEO DE ÁVILA




El Museo de Ávila nos ofrece un viaje por la historia material de la provincia. Iniciamos nuestro recorrido por el Paleolítico, para llegar hasta la época romana, aunque el museo en cuestión también posee salas de Cultura Tradicional, Edad Media, Edad Moderna y Siglo XIX. 



La Casa de los Deanes es el edificio principal que alberga los fondos del museo, una típica construcción castellana del siglo XVI. 

El Calcolítico en Ávila está bien documentado en poblados de la zona central de la provincia, aunque no se han constatado evidencias de metalurgia. En cambio si se documentan poblados de tradición dolménica. 



Maqueta de un túmulo en la Dehesa Río Fortes. Presenta una cronología  IV - III milenio a.C. Construcción megalítica del Calcolítico a base de grandes lajas. 



El túmulo fue excavado por Soledad Estremera Portela, hallándose  hojas de cuchillo de sílex y numerosas cuentas de collar. El monumento es el lugar de enterramiento de un jefe, al que acompañan una panoplia de instrumentos líticos pulimentados. 



Precisosas cuentas de collar en variscita verde, que muestran una gran pericia en la talla. 



Hachas pulimentadas del mismo yacimiento.


Cuchara cerámica de la Peña del Aguila (Muñogalindo).


Punzones de hueso y "brazal" de arquero, procedentes también de la Peña del Águila.



Piedra de moler. 



Cuenco del Campaniforme.



Vaso Campaniforme hallado en Pajares de Adaja. 



Ajuar campaniforme. 



Industria microlítica.



Freno de caballo de hierro, espada de antenas y falcata, procedentes de la necrópolis del yacimiento de El Raso (Candeleda). 


Cabra cerámica.


Umbo de escudo en hierro.


Enterramiento con ajuar funerario de la necrópolis de El Raso.



El castro de Las Cogotas, enclavado en la localidad abulense de Cardeñosa, ha tenido gran trascendencia en el estudio y conocimiento de un amplio periodo de la prehistoria y protohistoria de la península Ibérica; el Bronce Medio y Final (Cogotas I) y Hierro II (Cogotas II). 


Fíbula de El Caballito.


Verraco.


Los Castillejos, en Sancho Reja, es una Castro de la Sierra de Ávila, con potentes influencias orientalizantes procedentes del sur. El poblado se ocupa avanzado el Bronce Final y se abandona poco a poco durante la Edad del Hierro. 


A partir del siglo III d.C. la población hispano-romana va abandonando las ciudades y se refugia en lujosas villas en el medio rural. 


Agujas y punzones.



El Museo de Ávila cuenta con un anexo, un Almacén Visitable, que se sitúa en la Exiglesia de Santo Tomé el Viejo. La entrada la custodia un verraco.



Mosaico romano de la Villa de Magazos.



Detalle del mosaico.



Verraco de enormes proporciones. ¿Un cerdo de gran tamaño? ¿Tal vez un oso?



Verracos de Las Cogotas y el Fresno. 



Cabeza de toro en la cual podemos intuir la cornamenta.





Verracos de Martiherrero.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA ESPINA


Chiesa di Santa María della Spina,  en una de las orillas del río Arno, a su paso por Pisa, está situada la pequeña y encantadora iglesia de Santa María de la Espina, de la que sobresalen afilados pináculos góticos.


Este Santo Lugar, cuenta la leyenda, fue edificado para albergar una espina de la corona que rasgo la piel e hizo sangrar a Jesús de Nazaret, donada por un mercader pisano que logró hacerse con la reliquia en uno de sus interminables viajes a Tierra Santa. 



lunes, 25 de marzo de 2013

DE GANADEROS Y PASTORES



Tierras meseteñas, tierras castellanas, tierras ganaderas, celtíberos, vettones, vacceos y lusitanos, fuente de riqueza y prestigio para unos, única forma, muy trabajosa y dura, de ganarse el sustento para muchos, cuantas más cabezas de ganado, cuanto más grande es el rebaño, mayor es la diferencia entre el pastor y los ganaderos propietarios. . . 

sábado, 23 de marzo de 2013

TEMPLO DE DEBOD (II)



Rescatado de las tierras de Nubia, desmontado piedra a piedra, trasladado a la Península y reedificado en Madrid.


Detalle de capitel a la entrada del recinto.


Restos de pilonos que murieron a la eternidad, hoy, posan para los flashes.


Sancto Santorum, el inaccesible Santuario, el lugar donde residía el dios, aquí culminaba el camino, aquí se desvelaban los secretos al neófito....


Un pequeño vano ilumina la estancia ¿por aquí escapaba la deidad?


Relieve en la pared anterior de la pronaos.


La doble corona, del Alto y el Bajo Egipto.


Representación de la popular  diosa Isis


Sillares enormes sustentan paredes del desierto que protegen en su interior la estatua del dios, iluminado únicamente durante unos cuantos minutos al día, por la luz derramada por el Sol supremo.


El acceso al santuario, vedado al pueblo, los insignes sacerdotes realizan los ritos propiciatorios.


El dios descendió del cielo y los hombres lo encerraron entre gruesos muros. 


Gola del segundo de los pilonos.


El áspero tacto de la piedra, revela sensaciones de otro lugar, en las naves silenciosas resuenan los ecos de otros tiempos.


Egipto, arena, agua, magia y religión


miércoles, 20 de marzo de 2013

SOBRE IBERIA DE APIANO (XX)

38. Fundación de Itálica. Partida de Escipión hacia Roma. Nueva sublevación de Indíbil.
A partir de este momento, poco antes de la olimpiada ciento cuarenta y cuatro, comenzaron a enviar anualmente, a los pueblos de Iberia conquistados, pretores en calidad de gobernadores o superintendentes para mantener la paz. Y Escipión, después de dejarles un ejército pequeño adecuado para un asentamiento pacífico, estableció a los soldados heridos en una ciudad que llamó Itálica, tomando el nombre de Italia. Es la patria de Trajano y Adriano, quienes más tarde fueron emperadores de los romanos. Y él partió rumbo a  Roma con una gran flota, adornada con magnificencia y repleta a un tiempo de prisioneros, riquezas, armas y un variado botín. La ciudad le hizo un recibimiento espléndido, acompañado de una gloria excelsa y sin precedentes a causa de su juventud y de la rapidez e importancia de sus hechos. Incluso aquellos que lo envidiaban reconocieron que sus, en apariencia, pretenciosas promesas se habían convertido en hechos. Y Escipión, rodeado de la admiración general, celebró el triunfo. Entretanto, Indíbil, una vez que Escipión había partido, se sublevó de nuevo. Los generales de Iberia lo mataron tras reunir todo el ejército que tenían en las guarniciones y otras fuerzas procedentes de los pueblos sometidos. A los culpables de la sublevación, después de hacerles comparecer en un juicio, les condenaron a muerte y confiscaron sus propiedades. A los pueblos que participaron con él en el levantamiento les impusieron una multa, los despojaron de sus armas, les exigieron rehenes y les impusieron guarniciones más fuertes. Todos estos sucesos tuvieron lugar inmediatamente después de la partida de Escipión, y éste fue el resultado de la primera contienda romana en Iberia. 

39. Catón es enviado a Iberia para sofocar una nueva sublevación.
Algún tiempo después, cuando los romanos estaban en guerra con los celtas de en torno al Po y con Filipo de Macedonia, los iberos se levantaron de nuevo, a la vista de los muchos trabajos en que estaban inmersos los romanos. Y fueron enviados desde Roma, como generales, contra ellos, Sempronio Tuditano y Marco Helvio, y después de aquéllos, Minucio. Y como refuerzo, al hacerse mayor la sublevación, fue enviado Catón con fuerzas más numerosas. Éste era aún un hombre en exceso joven, pero austero y laborioso, destacado por su sagacidad y elocuencia hasta el punto de que los romanos le llamaban Demóstenes a causa de sus discursos, conocedores de que entre los griegos éste había sido su máximo orador. 

martes, 19 de marzo de 2013

GUADALETE


En los escarpados picos de la Sierra de Grazalema nace el Guadalete, el más importante río de la provincia de Cádiz. Una leyenda asimila su nombre al mítico Leteo, el "Río del Olvido" de los griegos. El río Lete o Leteo era uno de los ríos que surcaba el Hades, beber de sus aguas provocaba un completo olvido.


Cuenta la leyenda, que los fenicios de Gadir estaban en conflicto con sus vecinos griegos del Puerto Menesteo, asentados en la desembocadura del río, por aquel entonces, conocido como Criso (nombre derivado de Gergión). 

La tensión fue en aumento entre fenicios y griegos, y los problemas entre ambos parecían no tener fin. Convocados para dirimir sus disputas se dirigieron ambos ejércitos al campo de batalla, situado en las inmediaciones del río. Esta vez la diplomacia venció a la espada, los embajadores vencieron a los capitanes, y se acordó poner fin al conflicto, se celebró una ceremonia de reconciliación y se olvidaron las pasadas ofensas.


Desde este día, el río pasó a llamarse río del Olvido. Siglos más tarde, fueron los árabes musulmanes, los que le dieron el nombre de Guadalete.